La crisis de combustible en Reino Unido se agrava día a día y podría terminar con miles de fuentes laborales, con cientos de sectores golpeados por lo que sucede. En las calles, se agravan los problemas entre conductores que no pueden desplazarse y continuar trabajando.
El Brexit y la pandemia ayudaron a agravar un problema que posee el territorio gobernador por Boris Johnson: hay escasez de conductores del transporte de carga que provenían de la Unión Europea (UE). La situación afecta también a las cadenas de suministro de diversos bienes y servicios, lo que ha dejado las estanterías de los supermercados vacías de algunos artículos y hace temer que haya escasez durante la Navidad.
El secretario de Transporte, Grant Shapps, trató de mostrar esperanza al indicar que hay «indicios tentativos» de que la crisis se calme, aunque admitió que ello «no se reflejará» en la situación actual. «Ahora hay los primeros signos muy tentativos de estabilización en el almacenamiento de la explanada que aún no se reflejarán en las colas», dijo Shapps, y agregó: «Pero es la primera vez que vemos más gasolina en las estaciones de servicio».
Desde Recruiment & Employment Confederation (REC) indicaron sobre la problemática que ya se han publicado más de 7.500 ofertas de empleo para el cargo de transportista, con algunas de ellas superando los 55.000 euros de salario anual. Incluso, el Gobierno planteó la chance de utilizar al Ejército para llevar el combustible de las refinerías hasta las gasolineras, como ya ocurriera en los años 70 tras una huelga en el sector.
«Las ofertas de empleo están aumentando en todas las áreas del Reino Unido. Esas son buenas noticias, y estamos viendo que más empleados comienzan nuevos puestos que nunca, pero la demanda de los empleadores es aún mayor. Existe una posibilidad real ahora de que la escasez de trabajadores disponibles ralentice la recuperación», explica Neil Carberry, director ejecutivo del REC.