Según se confirmó oficialmente, a partir del mes de febrero los aumentos de las cuotas de las empresas de medicina prepaga comenzarán a aplicar un tope para aquellos trabajadores que tengan ingresos menores a seis salarios mínimos ($392.562, según el básico de enero), para quienes los aumentos no podrán superar el 90% del índice de evolución salarial Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
Para poder acceder a este beneficio, los usuarios de prepagas deberán declarar sus ingresos mensualmente, entre el 1 y el 20 de cada mes, en la página web de la Superintendencia de Servicios de Salud. En enero se aplica el último aumento del ajuste de 13,8% establecido para diciembre, que finalmente se dividió en dos tramos.
Tras la polémica, el Gobierno desdobló el aumento de las prepagas
Esto implica un cambio en el esquema de ajuste de cuotas de prepagas, ya que hasta el año pasado todos los usuarios, sin distinción de ingresos, veían sus cuotas ajustarse según un índice especial que medía la evolución de los costos de salud. Pero el alto incremento de este índice, en muchos casos debido a la dolarización de muchos productos, llevó al oficialismo a implementar un mecanismo diferenciado para los sectores de menores ingresos.
Este nuevo esquema que comienza a regir el próximo mes de febrero se extenderá por un año y medio. El aumento, según el incremento del último índice Ripte (en octubre pasado fue de 5,5%) implicaría un ajuste de cuotas para febrero de 4,95%, una cifra previsiblemente menor a la evolución de los costos de salud. Durante 2022, el aumento de la medicina prepaga con el índice previo superó el 100%, ubicándose por encima del promedio de inflación.