Este domingo trabajadores de la empresa de delivery Glovo de Barcelona se concentraron frente a la sede de la empresa de la calle Pallars para protestar por la muerte de un repartidor. El accidente en el que perdió la ida un joven de 22 años se produjo el sábado casi a la medianoche en la capital catalana.
Según informó la Guàrdia Urbana de la ciudad, el joven fue atropellado por un camión del servicio de limpieza en el cruce entre la calle Balmes y la Gran Vía de las Corts Catalanes. El accidente de este sábado eleva a siete la cantidad de víctimas fatales en accidentes de tráfico en la ciudad.
La protesta de este domingo fue convocada por el colectivo Riders por Derechos, que además de cortar la calle frente a la sede de Glovo, prendieron fuego varias mochilas de la empresa. También se sumaron al reclamo trabajadores de Deliveroo, otra empresa de delivery de características similares que opera en la ciudad. En un momento del reclamo, amigos del joven fallecido comenzaron a lanzar huevos contra uno de los edificios e intentaron acceder en una de las oficinas de la entidad, siendo finalmente contenidos por la policía local y dos unidades especiales antidisturbios.
La empresa emitió un comunicado en el que “lamenta profundamente” la muerte del ciclista y añade: “Estamos colaborando estrechamente con las autoridades para determinar las causas de este lamentable suceso”. Según Glovo, una vez completada la investigación se activarán “los trámites para activar el seguro privado que cubre la actividad realizada por el repartidor en caso de accidente”. El Ayuntamiento de Barcelona también lamentó la muerte del joven y acercó su pésame a la familia y amigos.
La Federación de otras Actividades del sindicato IAC tomó el caso para reiterar sus denuncias por las difíciles condiciones de trabajo de estos repartidores y “la falta de protección en cuanto a riesgos laborales y la fragilidad del colectivo ante los accidentes”.
En la Ciudad de Buenos Aires también las aplicaciones de reparto iniciaron el conteo de víctimas fatales. El pasado 12 de abril murió atropellado por un camión el joven repartidor boliviano de Rappi Ramiro Cayola Camacho, cuando circulaba por la zona de Retiro. Para la conducción de la Asociación de Personal de Plataformas (APP) se trató de «una tragedia anunciada» porque las plataformas no se preocupan por la seguridad de sus trabajadores.
