Celulosa Argentina se encuentra en problemas: no pagó un bono de USD 60 millones que vencía este jueves, tal como informó la Bolsa de Comercio, y entró en default. Si bien abrió un canje voluntario, este logró una adhesión de 91,77 por ciento y los acreedores que no aceptaron no cobrarán.
La empresa admitió su situación ante la propia Bolsa de Comercio: “La Sociedad informa que no realizará el pago correspondiente al capital e intereses de las obligaciones negociables clase 10”. Incluso el director de la compañía, José Urtubey, miembro de la UIA, sostuvo que “dada la situación del país la empresa tuvo que cancelar crédito comercial con bancos por USD 30 millones este año. En esta ocasión, luego de un canje exitosísimo que reunió a casi el 92% de los acreedores, se decidió una reapertura del canje para dar tiempo a que ingresen inversores del exterior que no pudieron entrar vía Euroclear”.
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E insistió: “Esta reapertura permitiría aumentar el porcentaje de participación en el canje, lo cual resulta indispensable considerando la falta de acceso a financiamiento imperante como consecuencia de la de la crisis económica que atraviesa el país”.
Vale destacar que la firma es una de las más grandes del país, líder en el sector foresto-industrial, y cuenta con actividades en muchísimas unidades de negocios, como Papel Tissue, Papeles para Packaging, Papeles para Impresión y Escritura, Pasta Celulósica, Forestal, Madera y Distribución.
No es todo: también posee dos importantes aserraderos y una planta de compensados, el Centro Industrial Virasoro (Corrientes) y el Centro Industrial San Charbel (Corrientes). A su vez, cuenta con una planta de fabricación de pulpa y dos plantas de fabricación de papel, ubicadas en las localidades de Capitán Bermúdez (Santa Fe) y Zárate (Buenos Aires).