No hay marcha ni reclamo que lo haya podido parar. Pese a los masivos cortes de este verano, el viernes se concretará un nuevo aumento en el servicio de energía eléctrica que será del 14% lo que ya suma un total al mes de febrero del 43% para la ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
Este no es el aumento definitivo. Todavía restan dos incrementos para las tarifas eléctricas en el año en curso. Serán en los meses de mayo y agosto con aumentos del 4% en cada caso. En total, la suba para las boletas de luz será de por lo menos 51% durante este año.
De respetarse el esquema presentado a partir de marzo, dos de cada tres hogares -excluyendo a la tarifa social- abonarán $1.275 mensuales o más.
La factura mensual será de $600 mensuales para un tercio de los hogares, denominados R1, que son los de menor consumo.
En la categoría R2, la boleta mensual será de $1.275 y cada bimestre tendrán que pagar $2.550. Esa cifra alcanzará a un 36% de los usuarios de Buenos Aires y el conurbano, según estimaciones de la secretaría de Energía.
En tanto, la categoría R3 pagará $1.647 mensuales o $3.300 bimestrales. El 22% restante pagará $2.000 o más por mes.
Más allá de los esquemas los reclamos se multiplican dado que los usuarios suelen recibir con sorpresa cifras que superan ampliamente lo previsto y duplican o triplican los aumentos oficiales estipulados, lo que significa un fuerte impacto al bolsillo y un perjuicio claro a cualquier plan antiinflacionario que se intente establecer.
Los aumentos comprenden a las distribuidoras Edesur y Edenor, que cambiarán de jurisdicción de la Nación a la provincia y a la ciudad de Buenos Aires respectivamente, según se dispuso el año pasado de acuerdo al nuevo esquema de subsidios para empresas de energía.
