Sería a través de la incorporación de un nuevo concepto: el “distanciamiento admisible”, es decir un distanciamiento menor, un nuevo esquema fundado en la mejora de los indicadores sanitarios en todo el país, para lograr que los niños recuperen la normalidad de su asistencia a clases, algo que se analiza para concretar las próximas semanas en territorio nacional. Algo que ya se aplica en la Ciudad de Buenos Aires.
Por ese motivo, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, se reunió este lunes por la tarde con los especialistas en salud y epidemiología, higiene y seguridad e infraestructura escolar del Consejo Asesor, para evaluar la posibilidad de intensificar la presencialidad en las aulas.
Luego de la experiencia de la Ciudad, que introdujo un cambio radical en el protocolo al eliminar el distanciamiento de 1,5 metro dentro del aula para que todos los estudiantes puedan regresar a la escuela sin tener el curso dividido en burbujas, como era antes de la pandemia de Covid-19, ahora el Gobierno avanza en ese mismo sentido, pero –según Trotta– sin eliminar el distanciamiento, sino con nuevas alternativas que también han ensayado otros países.
“Nosotros fuimos con algunas sugerencias. Los expertos están de acuerdo en que podríamos avanzar, pero siempre con una presencialidad cuidada, donde haya ventilación cruzada, desinfección, uso del barbijo en todo momento y distanciamiento, porque es un factor clave. Ninguna de las jurisdicciones que eliminaron el distanciamiento dentro del aula lo hizo con un aval científico o de alguna de las organizaciones con las que nos hemos reunido hoy, como la Sociedad Argentina de Pediatría, Unicef o la OPS, entre muchos de los que participaron de la reunión”, aseguró Trotta, a quien los especialistas también alertaron sobre el avance de la variante Delta.
De acuerdo con el anuncio que hizo Trotta, las conclusiones serán presentadas en una segunda instancia ante el Consejo Federal de Educación, en una reunión clave que se concretaría en el transcurso de esta semana. De allí podrían surgir las novedades sobre la vuelta completa al calendario escolar, aunque desde la representación gremial han puesto “ciertos reparos y preocupación”, lo que también está en debate.
Pero desde la administración nacional, con un incremento del 45,5 % para el salario docente, donde el salario mínimo garantizado alcanzará la suma de $38.000 a partir del 1º de octubre y llegará a $40.000 en diciembre para un cargo o su equivalente, más las dos dosis de la vacuna aplicada, consideran que es tiempo de cumplir una demanda que la ciudadanía tiene en carpeta: la vuelta a clases en forma completa.