La fábrica de piletas hogareñas Pelopincho despidió a 38 operarios de su planta de Merlo, en la provincia de San Luis, por la fuerte caída de ventas que está sufriendo en el último tiempo. El presidente de la empresa, Héctor Goette, explicó: “Hoy la gente está peleando en las góndolas si le alcanza para comer, entonces todo lo que sean gastos por otro lado se nota mucha retracción”.
La histórica fábrica de piletas, de la empresa familiar Sonne, de lona mantiene aún una plantilla de200 empleados, a los que se les garantizó la continuidad, aún con una demanda muy reducida. “Hoy tenemos pedidos que son el 30 por ciento de lo que registrábamos a esta altura el año pasado. Si sumamos la compra potencial que se puede dar en los próximos meses estimamos que llegaremos a un 65 o 70 por ciento del trabajo que teníamos en 2018. Con esa situación tuvimos que ajustar nuestra plantilla con el despido de 38 personas para asegurarle la ocupación a los otros 200”, añadió Goette.
Sonne es una compañía familiar instalada en el parque industrial de Merlo en 1984. Además de las piletas Pelopincho y Tiburoncito, fabrica telas vinílicas. Su presidente confirmó que los últimos dos meses la firma sostuvo el salario completo de 90 trabajadores a pesar de que solo se desempeñaban medio turno, pero que desde fines de mayo se resolvió una reducción de personal del 15%, en vista de la proyección de ventas de los próximos meses. Según el empresario, es la primera vez desde el año 2002 en que la empresa tiene que recurrir a un plan de ajuste.
“Hoy no tenemos el apoyo de los bancos. Todo lo que hacemos es con financiamiento propio. Si tengo que pedirle prestado al Banco Nación me cobran un 90 por ciento de interés que después es imposible trasladar a los consumidores. Tenemos condicionamientos de todos los colores”, explicó.
Y concluyó: “El consumidor de las piletas es el que va a las góndolas y hoy no le alcanza para comprar alimentos, está comprando segundas y terceras marcas para poder acceder, y nosotros tenemos que apuntar a venderle una pileta. Existimos por el apoyo de los proveedores, los clientes y la gente que tenemos adentro de la fábrica. Me siento tranquilo porque esto no es un desmanejo de la empresa, es consecuencia de la crisis que vivimos en el país”.