Con las clases presenciales iniciadas, el principal gremio docente de la Ciudad de Buenos Aires (UTE), analiza en un plenario la propuesta del Gobierno porteño, un aumento salarial que contempla una suba del 30% escalonada, mientras que otros 15 sindicatos docentes aceptaron la propuesta y Ademys -que había pedido un 50%- la rechazó por considerarla «insuficiente».
De acuerdo a lo informado por los gremios, en la reunión en el Ministerio de Educación donde participaron los delegados de los 17 sindicatos se hizo un ofrecimiento de aumento del 30% en tres tramos a pagarse en marzo, julio y octubre.
Desde UTE confirmaron que el gremio aún no ha aceptado sino que ha «recepcionado la propuesta y la ha puesto a consideración en los plenarios de delegados de todos los niveles y todas las áreas durante la semana que viene», con lo cual la respuesta deberá esperar.
La propuesta de la ministra Soledad Acuña «incluye una cláusula para volver a reunirse en octubre en una mesa para continuar debatiendo el acuerdo en vistas de lo que ocurra con la inflación», precisó.
Sin embargo pese a ésta recepción dispar, la cartera educativa informó que cerró la paritaria docente «con una suba del 30%», lo que implica según lo detallado que «el salario inicial neto será de $48.500 para jornada simple y $97.000 para jornada completa. Mientras que el salario con antigüedad será de $59.551 para jornada simple y $114.472 para jornada completa».
El aumento para 2021 se abonará en tres tramos: marzo (11%), julio (9%) y octubre (10%) y, según consignaron desde el Ministerio, «con la primera cuota, el sueldo de bolsillo para un/a maestro/a de grado de jornada simple sin antigüedad se incrementará $4.637 totalizando $40.887 netos, mientras que el de jornada completa sin antigüedad se incrementará $9.274 totalizando $81.774 netos».
Acuña llegó para dar el cierre a la reunión que se realizó en la sede ministerial de la Villa 31 de Retiro por más de tres horas y que estuvo encabezada por el subsecretario de Carrera Docente, Manuel Vidal.