En el marco del Día Internacional de los Trabajadores, apostado en una obra vial en Presidente Perón, el presidente Alberto Fernández afirmó que los funcionarios de su gestión serán «ministros del salario» refiriéndose a que se abocarán de lleno a recomponer el poder adquisitivo del salario, algo que le prometió a la CGT en cada oportunidad que le fue solicitado.
Junto a los trabajadores de la UOCRA que llevan adelante la obra, fue claro en eso y redobló el compromiso: «les prometo que cada ministro, que cada funcionario del Gobierno argentino, va a ser el ministro del salario para que el salario de una vez por todas se recomponga en la Argentina».
En medio de fuertes críticas desde su propia coalición de Gobierno, el presidente ratificó su rumbo y reiteró tal cómo había dicho la semana anterior, que “la producción se expande” y “el trabajo renace, por eso tenemos una sola preocupación” y es que “el salario crezca día a día, que los bolsillos de los argentinos se fortalezcan”.
El problema lo atribuyó a la necesidad de que el crecimiento sea repartido en forma equitativa, el único modo en que consideró que “los trabajadores podrán ganarle a la inflación”.
A propósito de ese tema, junto a su ministro de Economía, Martín Guzmán, ya pusieron en agenda el impuesto a la “renta inesperada”, una cuestión impositiva polémica pero que va en ese sentido.
Mientras tanto otra de las formas de generar empleo genuino es la obra pública, y con eso tenía que ver la inauguración de la obra en la que mostró el plan de obras públicas de su gestión: «determinó que crezca el empleo, con 400 mil trabajadores sólo de la construcción”. Y “no nos vamos a quedar con esa cifra, vamos a seguir creando trabajo para que se incorporen más trabajadores», finalizó.
