Entre enero y noviembre, los ingresos en el Mercado de Liniers cayeron en 199.000 cabezas, al compararlo con el mismo período de 2020. La menor disponibilidad de hacienda genera presión en los valores de las categorías destinadas al consumo.
Al respecto, advirtieron que entre diciembre y febrero del próximo año, pueden registrarse subas de hasta 30 pesos por kilo en su cotización, que tendrá un traslado a los mostradores. “En la semana, el valor de la media res que se baja en las carnicerías aumentó entre 10 y 20 pesos”, y ese porcentaje se ampliará hacia los primeros meses del 2022.
De acuerdo a los datos consignados, el rodeo bovino argentino cayó en un millón de cabezas en el último año. De esta cifra, cerca de 700.000 cabezas corresponden a terneros y terneras, categorías que se destinan a la reposición. Con esta menor disponibilidad de vacunos y los corrales de engorde que trabajan a menor ritmo en relación a 2020, los ingresos de hacienda en Liniers disminuyeron, mientras los productores recrían a pasto la hacienda y esperan –en la medida de sus posibilidades un reacomodamiento en las cotizaciones.
Noviembre comenzó a incrementar su valor para vaquillonas y novillos y llegaron a pagarse máximos de hasta $222 por kilos. “Los precios recuperaron la línea de principio de año”, según manifestaron en el mercado. De ese modo y a partir de la implementación del cupo a las exportaciones, la carne en los mostradores tuvo una baja de 3 a 4%, si bien aumentó un 73% en el último año, de acuerdo a estadísticas privadas.
Para fin de año, el sector de abastecedores estimó que hasta finales del primer trimestre de 2022 habrá un aumento escalonado en las categorías de consumo. ”Para diciembre, llegará a 230 pesos y en marzo estará sobre los 250 pesos”, señalaron. Esta corrección en las cotizaciones del vacuno en pie tendrá un traslado a los mostradores de las carnicerías, que oscilará entre 10% y 15%.
El actual faltante de hacienda era una de las consecuencias previstas al limitar las exportaciones. Otro de los motivos es la sequía del año pasado, que ocasionó un desplome en el rodeo bovino. Lo cierto es que el objetivo de bajar los precios de la carne en el mostrador será un objetivo difícil de cumplir.
Existen dos factores que podrían disminuir este impacto. En primer lugar, el freno en el poder adquisitivo del salario de una amplia franja de la población, que se vuelca a otras carnes y no convalida aumentos en los mostradores de cortes vacunos. Otra cuestión es que si se extiende el cupo, se puede generar un saldo adicional de carne en el ámbito doméstico.