En las últimas semanas, en el marco de la cuarentena obligatoria decidida por el Gobierno nacional para tratar de mitigar los contagios por coronavirus, los distintos sindicatos, federaciones y confederaciones gremiales han demostrado su decisión de poner sus recursos al servicio de la lucha contra la pandemia, impulsando diversas iniciativas al respecto, desde la cesión de miles de plazas hoteleras para alojar a contagiados hasta la puesta a disposición de la estructura médica gremial, pasando por múltiples iniciativas de apoyo y asistencia a sus afiliados y a la comunidad en su conjunto.
En muchos casos, los gremios vinculados con las tareas consideradas esenciales (salud, transporte, comercio, etc.) han logrado además el pago de una serie de bonos extraordinarios para sus afiliados que deben cumplir tareas en el marco de la cuarentena, poniendo en riesgo su salud. La presión gremial también ha logrado que las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART) deban asumir el tratamiento de los posibles contagios por coronavirus en el contexto laboral.
Prácticamente desde el inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio, la Confederación General del Trabajo (CGT) puso a disposición del gobierno su estructura hotelera en todo el país para alojar a personas que deben cumplir con la cuarentena obligatoria después de haber regresado de un viaje al exterior o por contacto con algún afectado.
Covid-19: La CGT colabora con sus hoteles y el Gobierno libera fondos de obras sociales
La semana pasada también el sindicato de Camioneros puso a disposición de la provincia de Buenos Aires la totalidad de las instalaciones del Sanatorio Antártida, en el barrio porteño de Caballito. Las 300 camas de este sanatorio, con alto nivel de aparatología, constituyen el segundo centro de emergencia para atención especializada de enfermos por coronavirus de la provincia. El gesto mereció la visita del gobernador Axel Kicillof y del presidente Alberto Fernández, quien destacó: “Durante mucho tiempo nos quisieron hacer creer que el problema de la Argentina eran los políticos y los sindicalistas, pero el problema de la Argentina son los que especulan”.
Hace algunos días el titular de la Federación Argentina de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Fateryh) Víctor Santa María firmó con la directora ejecutiva del PAMI Luana Volnovich un acuerdo para asistir a los adultos mayores que vivan en los edificios: “Los encargados de edificios asistirán y ofrecerán información a los adultos mayores, administradores, trabajadores y afiliados de la obra social sindical respecto de las necesarias medidas para mitigar su propagación”.
Por su parte, distintas seccionales de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) vienen garantizando un cronograma de vacunaciones antigripales para personas en grupos de riesgo o mayores de 65 años.
La Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), impulsó una fuerte campaña de empadronamiento de trabajadores precarizados para que puedan inscribirse en el Anses para percibir el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de 10 mil pesos impulsado por el Gobierno para colaborar con la difícil situación de estos sectores, así como las trabajadoras domésticas y los monotributistas de las categorías más bajas. También la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) organizó diversas colectas y reparto de alimentos para las trabajadoras sexuales que perdieron su fuente de ingresos en el marco de la cuarentena obligatoria.