Movilizaciones y vigilias de Movimientos Sociales, gremios y artistas a 20 años del estallido en el 2001

A 20 años del estallido social del 20 de diciembre de 2001 que culminó con la renuncia del ex presidente Fernando de la Rúa, son muchas las actividades organizadas para recordar este evento bisagra en la historia del país, que comenzaron este domingo y continuarán durante todo el lunes.

A dos décadas de la represión que dejó 39 muertos en todo el país, las actividades incluirán una vigilia de movimientos sociales en Plaza de Mayo, un homenaje de los familiares de las víctimas y el envío de un proyecto de ley reparatoria por parte del Gobierno nacional, entre otras convocatorias que se iniciaron durante el fin de semana.

El Movimiento Evita convocó a la Plaza de Mayo, y fijó la intersección de Avenida de Mayo y 9 de Julio como punto de encuentro a partir de las 14. “Todos a Plaza de Mayo. A 20 años de las históricas jornadas de lucha y resistencia social del 19 y 20 de diciembre de 2001, los movimientos populares marchamos”, publicaron en sus redes.

La CGT, a propósito de dos jornadas históricas, emitió un comunicado oficial de la entidad en contra del ajuste y a favor del desarrollo, el trabajo y la producción. En su momento, la CGT hizo un paro nacional el 13 de diciembre del 2001 por la «confiscación virtual de los salarios por parte del FMI y los depósitos de todos los argentinos», convertidos en «rehenes de la banca usuraria».

También sectores como la Central Trabajadores Argentina Autónoma tuvo su participación especial referida a la fecha.

El partido Comunista Revolucionario también convoca el lunes a la Plaza: “A 20 años del Argentinazo, donde por primera vez en nuestra historia una gigantesca pueblada nacional sacudió a la Argentina hasta sus cimientos y volteó a un gobierno hambreador y entreguista”, publicaron en redes sociales, con las consignas “No al FMI y La deuda es con el pueblo”.

Desde el colectivo Unidad Piquetera -que conforman el Polo Obrero, Barrios de Pie, el MST Teresa Vive, más otras organizaciones- y el Frente de Izquierda (FIT) se convocó a una vigilia desde las 18 del domingo y una marcha a la Plaza de Mayo, a partir de las 11 de éste lunes.

Se realizó también un recital, organizado por el Sindicato Único de Conductores de Motos de República Argentina (Sucmra). Sucede que los trabajadores “motoqueros” tuvieron también protagonismo en la resistencia a la brutal represión de las fuerzas de seguridad en ambas jornadas de estallido social.

Desde éste sectores, remarcaron la fecha como algo que  “vamos a reivindicar los movimientos que estuvimos allí”, y también “los que hoy impulsamos la vigencia de la rebelión popular frente a los gobiernos ajustadores, los que le decimos No al pacto con el FMI, Basta de ajuste”, precisó el Polo Obrero (PO) en un comunicado.

Los organizadores explicaron que durante la vigilia se presentarán “los artistas que estuvieron apoyando ese día al pueblo en las calles, con mesas redondas de los que fueron protagonistas de esas jornadas, dirigentes sindicales combativos y los estudiantes de la Fuba piquetera”. Además habrá muestras fotográficas, se proyectará la película “El argentinazo” y, a las 22, está prevista la cena con una “olla popular piquetera de fin de año”.

El colectivo de La Garganta Poderosa -la revista de cultura villera, brazo literario del movimiento La Poderosa- convocó a congregarse a partir desde el domingo a las 17 en la Plaza de Mayo y permanecerán durante las dos jornadas.

Se suma a la convocatoria la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), quienes anuncian la proyección de un documental con la presencia de los referentes del espacio Juan Grabois, Ofelia Fernández, Dina Sánchez y Natalia Zaracho, además de bandas en vivo, feria e intervenciones artísticas.

Cuando se mira atrás, sobre todo lo que han dejado esos dos días, se puede advertir que la crisis desatada a fines de los años 90 afectó no solo a los sectores populares, sino a las capas medias y medias alta de la sociedad argentina.

Las políticas de reducción del gasto público, traducidas en ajustes y más desempleo, la pérdida en su capacidad acumulativa, confiscación de sus ahorros y la desconfianza o falta de credibilidad en la democracia como sistema político/institucional, fueron el caldo de cultivo para que estos sectores se unieran a los reclamos de los desocupados y culminaran en una catástrofe.