Por estas horas, Claudio Moroni, ministro de Trabajo, continúa completando los casilleros de su gabinete, sorteando presiones. Mientras avanza la designación de Marcelo Belotti al frente de la Secretaría de Trabajo, un hombre que responde directamente al líder de cartera, con autonomía, suena Mónica Risotto para ocupar la estratégica Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales.
Un puesto clave para la abogada del sindicato de taxistas de Omar Viviani ya que esta dirección se encarga de, entre otras cuestiones, los conflictos de encuadramiento, las inspecciones a sindicatos y el otorgamiento (o no) de personerías gremiales o de simple inscripción a organizaciones nuevas. Aunque algunas fuentes del sindicalismo aseguran que no ocuparía dicha posición. El puesto es pretendido por Hugo Moyano, quien busca colocar a una persona de su confianza pero no tendría éxito.
Distintas fuentes del sector gremial aseguran que uno de los asesores del ministro sería Alberto Tomassone, el abogado del Sindicato de Comercio, al igual que Miguel Ángel De Virgiliis, un hombre de confianza del ministro y que ya estuvo en la función pública durante el último mandato kirchnerista en la Sigen. También tiene experiencia como asesor en la Obra Social de Comercio. En el mundo del derecho laboral es reconocido por su capacidad técnica.
Por otra parte, Leonardo Di Pietro sería el jefe de gabinete de la cartera laboral. Es un ex integrante del equipo de Ginés González García en el Ministerio de Salud la década pasada. Di Pietro también se desempeñó como gerente en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
En Trabajo habría quedado reservado también lugar para el massista Raúl Pérez, un dirigente del Frente Renovador que será el secretario de Empleo, oficina clave en la distribución de los subsidios Repro (Recuperación Productiva) para empresas en crisis.