Llegó a la ciudad de Mendoza la multitudinaria movilización contra las reformas a la ley 7722 que aprobó este viernes la Legislatura provincial, habilitando el uso de substancias altamente contaminantes para la actividad minera. Decenas de miles de personas le reclaman al gobernador Rodolfo Suárez que vete la normativa.
La movilización comenzó este domingo, planteando la defensa del agua y de la vida contra el peligro contaminante de los proyectos megamineros, que ahora podrán volver a utilizar masivamente substancias tan peligrosas como el cianuro en sus procesos. Después de su inicio en la localidad de San Carlos y la marcha se fue acercando a la ciudad de Mendoza, sumando voluntades en Pareditas, Eugenio Bustos, Jocolí, General Alvear, el Este, Uspallata y San Rafael.
El ex intendente de San Carlos y actual diputado provincial Jorge Difonso anticipó que la comuna también planteará un reclamo judicial, denunciando la inconstitucionalidad de los cambios a la ley 7722, que limitaba el uso de ciertas substancias químicas para la actividad minera.
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Este lunes por la mañana las columnas de la masiva protesta, considerada la más importante en la historia de la provincia, arribaron a la Casa de Gobierno mendocina, donde exigieron al gobernador radical Rodolfo Suárez que vete la ley, por considerar que las modificaciones votadas por el oficialismo y la oposición provinciales habilitan el ingreso a Mendoza de unos 16 proyectos mineros que pondrán en riesgo el agua (un recurso escaso en la provincia conocida por su sistema de acequias), además de la tierra, el aire, el turismo y las diversas producciones locales, comenzando por la vitivinícola. En caso de que el gobierno local, como se prevé, se niegue a vetar la ley, la ciudadanía pide que se autorice la realización de un plebiscito sobre el tema para que sea la propia población mendocina la que tenga la palabra final.
Desde la organización ecologista Greenpeace explicaron que la modificación a la ley “permite el uso de mercurio, ácido sulfúrico, cianuro y tóxicos en el desarrollo de la megaminería, lo que generará la contaminación del agua de la provincia”. Una de las integrantes de la organización denunció que “es irrisorio que, durante la peor sequía desde que se tiene registro, la provincia haya decidido favorecer a la industria minera contaminante, en vez de proteger los recursos hídricos con los que cuenta”.
Se estima que las mineras utilizan más de 18 mil litros de agua para obtener un gramo de oro, lo cual resulta especialmente significativo para una provincia que atraviesa la crisis hídrica más grave de su historia, con ríos y lagos al 40% de su caudal. Con las retenciones actuales, ese gramo de oro apenas tributaría unos 4 pesos en el país.
Además de la movilización de hoy en Mendoza, que en horas del mediodía fue reprimda por la policía local con gases laccrimógenos y balas de goma, por lo que se replegó al Km 0, también se prevén acciones de protestas frente a la Casa de Mendoza en Buenos Aires y en otras ciudades del país e incluso ante embajadas argentinas en distintos lugares del mundo.