Este miércoles 24 de enero, las centrales obreras argentinas convocaron a un paro general y, a partir del mediodía, a una concentración para expresar su protesta contra los intentos del oficialismo de avanzar con el DNU 70 y la Ley Ómnibus. La movilización estalló la Plaza Congreso y las calles aledañas con cientos de miles de manifestantes, tanto de los distintos gremios como de movimientos sociales, organizaciones políticas y de derechos humanos.
Aunque aún no hay evaluación oficial respecto de la convocatoria de la Ciudad de Buenos Aires, se habla de más de un millón y medio de personas movilizadas a nivel nacional, ya que hubo otras importantes convocatorias en ciudades como Rosario y otras. La convocatoria es muy importante por el proceso que se encuentra en curso de los proyectos de ley del oficialismo en Diputados, donde la Ley Ómnibus consiguió dictamen en las últimas horas.
La movilización gremial chocó de frente con un Gobierno extremadamente crítico, con declaraciones como las del vocero presidencial Manuel Adorni, quien insistió en que el paro nacional es un “paro político más que en defensa de los trabajadores”. Y añadió que en el Gobierno siguen “extrañados por la velocidad récord en que han decidido llamar a un paro”. Previamente la canciller Diana Mondino había denunciado que los convocantes son “falsos representantes de los trabajadores”, definiéndolos como una “oligarquía de millonarios con autos blindados y chofer”.
Las posiciones del Gobierno contra los gremios y los trabajadores en general, así como sus proyectos de reformas regresivas, fueron contestadas en duros términos por los principales oradores del evento, los cotitulares cegetistas Pablo Moyano y Héctor Daer, que cerraron el acto pasadas las 14, instancia en que se comenzó con la desconcentración.
Aunque el protocolo anti piquetes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich se suponía vigente, lo cierto es que no pudo contrarrestar a la marea humana que colmó la plaza Congreso, cortando no sólo Avenida de Mayo, como se había acordado previamente, sino también muchas de las calles circundantes a la plaza y en un momento hasta la avenida 9 de julio. En líneas generales fue una movilización, como había anticipado la CGT que era su apuesta, sin incidentes, aunque en el momento de la desconcentración se registraron algunos choques con las fuerzas de seguridad. Bullrich se reunirá por la tarde con el presidente Javier Milei, que siguió las noticias del paro desde Olivos.
Entre los distintos sindicatos se vieron columnas que se identificaron con la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT); la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA); el Sindicato de Conductores y Motoristas Navales de la República Argentina (SICONARA); el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo; Sindicato de Dragado y Balizamiento; Sindicato de Maquinistas y Grúas Móviles de la República Argentina (Guincheros); Aeronavegantes; Unión Ferroviaria; Sindicato de Trabajadores Viales y Afines de la República Argentina(STVyARA); Federación Gremial de la Carne; el Sindicato Obrero del Caucho (SOCAYA); la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA); la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE); y la Federación de Peones de Taxis (FE.PE.TAX.). También se hizo presente la Federación Internacional de Transporte (ITF), entre las distintas organizaciones presentes.