En medio de una feroz recesión y con una inflación interanual de precios del 47,6% promedio -que en el caso de los combustibles llegó hasta casi el 70% de incremento-, la nafta volverá a subir.
En octubre de 2017, el gobierno liberó los precios del combustible, que hasta entonces se acordaban trimestralmente entre todas las partes del sector petrolero. Ahora la desregulación hace oscilar los precios.
Así que con el inicio de clases llegará también el incremento. La nafta súper, que en enero de 2018 valía $23,57 el litro, hoy pasa los $37 y se prepara para otro retoque que empezaría a regir esta semana y significaría un alza del 3% al 5%.
La presión sobre el precio local de los combustibles, desregulado en octubre de 2017, responde al movimiento que hizo el dólar en los últimos días, al incremento del barril del petróleo Brent del 8% desde que arrancó febrero y a un nivel de inflación que no parece detener su marcha (se estima que este mes el INDEC publicará un número superior al de enero, que fue de 2,9%).
«El crudo Brent el 5 de febrero estaba el US$62,70 y ahora está en US$66,20, y el dólar, que estaba en $38,10, ahora está cerca de $40 y eso hace que sea un 6% más ambos», explicó esta semana el vocero de la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos, Gabriel Bornoroni.
Por su parte, la inflación importa porque impacta en el Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) y se actualiza por trimestre (marzo, junio, septiembre y diciembre de cada año).
«Esos tres elementos potencian una suba», evaluó Bornoroni. «Se habla de un 5%. Si sumamos aumento de impuestos, dólares y crudo Brent, se llegaría a ese porcentaje y la nafta súper pasaría a $39,50 por litro», sostuvo.
El presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la Argentina (CECHA), Carlos Gold, consideró «inevitable» que el litro de súper llegue a $40 en marzo. Y coincidió en los factores determinantes que empujan la suba, aunque aclaró que «si se mantienen ambas variables (precio del crudo y del dólar) con los valores actuales, también incidirán en los precios».
El litro de nafta súper se vende a $37,62 en las estaciones de servicio de YPF de la Ciudad de Buenos Aires, apenas por encima en Axion y a $38,52 en Raizen (que opera la marca Shell).
Paralelamente, la Infinia cuesta $43,40 en YPF y la V-Power de Shell, $44,43. Si el aumento que se define en marzo alcanza el 5%, la súper pasará a costar $39,50 en YPF y $40,44 en las estaciones Shell.