Durante la inauguración de un oleoducto en Vaca Muerta, el presidente Mauricio Macri, reivindicó el acuerdo político que desde el oficialismo se le presentó a distintos líderes opositores, con la intención de acordar una serie de consensos básicos que permitan recuperar la confianza de los mercados internacionales.
Macri encabezó hoy la inauguración del oleoducto Loma Campana-Lago Pellegrini, en Vaca Muerta, donde planteó que “es momento de tener generosidad, sentarse alrededor de una mesa y acordar”, haciendo referencia al programa de diez puntos básicos que este viernes reconoció el oficialismo que está discutiendo con referentes de la oposición, entre los que se cuentan Miguel Ángel Pichetto, Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa.
“He invitado a todos a firmar acuerdos, consensos sobre cosas básicas que vamos a respetar y que otros países ya han hecho hace rato”, añadió el Presidente. E insistió: “Esas herramientas nos permitirán decirle al mundo que esto que hemos empezado va a continuar y hace falta generosidad para acordar y llevar tranquilidad y futuro a todos los argentinos”.
Según trascendió, el acuerdo propone un decálogo compuesto por: 1. Lograr y mantener el equilibrio fiscal, 2. Sostener un Banco Central independiente, que combata la inflación hasta llevarla a valores similares al de países vecinos, 3. Mayor integración al mundo, promoviendo el crecimiento sostenido de nuestras exportaciones, 4. Respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos con el fin de consolidar la seguridad jurídica, elemento clave para promover la inversión, 5. Creación de empleo a través de una legislación laboral moderna (lo que suele ser un eufemismo para la reforma laboral), 6. Reducción de la carga impositiva, a nivel nacional, provincial y municipal y enfocado en los impuestos más distorsivos, 7. Consolidación de un sistema previsional sostenible y equitativo, 8. Consolidación de un sistema federal, basado en reglas claras, que permitan el desarrollo de las provincias y que impidan que el Gobierno nacional ejerza una discrecionalidad destinada al disciplinamiento político, 9. Asegurar un sistema de estadísticas transparente, confiable y elaborado en forma profesional e independiente, 10. Cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores.
En un anticipo de la disputa electoral, según Macri, en los próximos meses la ciudadanía argentina deberá definir si apuesta por un camino que garantice 25 años de crecimiento o si elige volver “a la oscuridad y la confrontación permanente”.
El Presidente planteó que los puntos que se comenzaron a discutir con dirigentes opositores (que incluirán al kirchnerismo, según el ministro del Interior Rogelio Frigerio), van a ayudar a “clarificar” y a recuperar confianza internacional. “Si con viento en contra hemos logrado muchas cosas como acá en Vaca Muerta, imagínense lo que vamos a lograr con un poco de viento a favor y luego de haber construido las bases”, concluyó.
Más allá de que el acuerdo se propone como una respuesta oficial a la crisis económica y política más grave desde el inicio de su gestión con el objetivo de tranquilizar a los mercados internacionales mostrando al arco político unido detrás de objetivos comunes, lo cierto es que desde el lanzamiento de la propuesta más bien ha recogido respuestas críticas de diferentes sectores políticos.
Desde el entorno de Sergio Massa consideraron el planteo como “una chantada” y el ex ministro de Economía Roberto Lavagna planteó: “Si hay voluntad de diálogo no se comunica de esta manera, queda como una mera operación una bomba de humo”.
El propio Massa había planteado hace algunos días la necesidad de un acuerdo de gobernabilidad para los últimos meses del gobierno de Mauricio Macri, pero dejando en claro que éste tenía que incluir no sólo a la oposición sino a la principal referente de la misma, que es la propia ex presidenta.