En el contexto de una aceleración inflacionaria que por el momento el Gobierno nacional parecería no poder controlar, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió sobre la necesidad de revisar la proyección inflacionaria de 48% para este año que se planteó como objetivo en la renegociación de deuda que se llevó adelante hace algunos meses. Mientras se abren nuevas instancias de discusión con el organismo internacional de crédito para las próximas semanas, cuando comience la primera revisión trimestral de metas, el precio de la carne en nuestro país acumula subas interanuales del 60%, dando cuenta de la distancia entre las expectativas macroeconómicas oficiales y la evolución de precios en el mercado interno.
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Ilan Goldfajn explicó que el organismo no considera posible modificar los objetivos “exigibles” del programa acordado con Argentina, en lo que hace a déficit primario, monetización del rojo fiscal y acopio de divisas: “El programa tiene supuestos y tiene objetivos. La inflación es un supuesto y los supuestos pueden cambiar por los nuevos shocks de la economía global. Es normal, el objetivo es la implementación y encontrar medidas para asegurar que los objetivos se alcancen”.
En el mismo sentido, remarcó: “Buscamos priorizar medidas para asegurar que los objetivos del programa sean alcanzados. (Las metas) no van a cambiar, vamos a dar apoyo (al Gobierno) para priorizar para cumplir los objetivos del programa”. Y añadió: “Hubo negociaciones con los funcionarios, esto continua y esperamos terminar la revisión en mayo. Como el resto de los países, Argentina fue afectado por el shock global”. Sin embargo, abriendo la puerta a algunos criterios de flexibilidad, reconoció que “en las revisiones vamos a analizar todo” y que “está todo en consideración”.
Mientras tanto, en el mercado local, se confirma una evolución de precios que supera el 60% interanual en muchos productos de primera necesidad, con alto impacto en el Índice de Precios al Consumidor. Es el caso de la carne vacuna, que no para de subir. Según un relevamiento de la consultora LCG se habrían registrado aumentos de hasta un 7% en lo que va de abril, redondeando un 60% en términos interanuales.
Otro de los graves efectos de esta dinámica tiene que ver con un importante retroceso en el consumo en el mercado interno, que lleva las cifras de consumo cárnico a pisos históricos. El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) señaló que en marzo el consumo se ubicó en apenas 47,7 kg. por habitante por año, lo que implica una caída de 2,7% respecto del año anterior y de 12% en relación con 2019.