El Consejo Directivo de la CGT hace tiempo que no tenía una reunión tan larga. Es que la situación justificaba más de cuatro extensas horas que estuvieron reunidos los principales referentes del movimiento obrero argentino.
Tal como se había planteado en el menú del día, uno de las primeros puntos que se trató y resultó aprobado por unanimidad, fue “el informe sobre las negociaciones de la CGT con el Gobierno y la Unión Industrial Argentina, para llevar adelante “acciones antiinflacionarias conjuntas”.
Luego se abrió la exposición y el debate de cada uno de los presentes, quienes dieron cuenta de la realidad económico laboral que atraviesan por sector. Aquí coincidieron también en la «necesidad de llevar adelante paritarias cortas y permanentes que eviten seguir perdiendo el poder adquisitivo del salario».
En ese sentido, una de las voces que se alzó fue la de Sergio Sasia, secretario general de la Unión Ferroviaria y titular de la CATT quien planteó su preocupación “por la situación económica y social, con especial atención en el avance de la inflación, la desocupación y los altos índices de pobreza”. Sasia contó además que hubo amplio consenso en que “se necesitan políticas de Estado para potenciar la Producción, la Industria y la Generación de Empleo” , algo en lo que la CGT ha intentado comprometer al Gobierno desde sus comienzos.
En aspectos ya más disonantes, voces en off, contaron luego del cónclave, que desde el moyanismo se hizo un intento -aunque sin éxito- de que la central obrera planteara una postura en contra de Horacio Rosatti al asumir al frente de la magistratura, y en ese acto, apoyar a la vicepresidenta, Cristina Kirchner en su jugada de dividir el bloque oficialista de senadores para ocupar más lugares en ese organismo.
Moyano, si bien cuenta con el apoyo de la multisectorial con un nutrido número de sindicatos, no alcanzó a lograr ese objetivo y la charla volvió a girar sobre el motivo real que los reunía: los aumentos de precios y el alza incesante de la inflación, además de “la pelea” entre Alberto Fernández y Cristina que, según coincidieron, tiene “paralizada” la gestión de Gobierno.
En esos puntos sí hubo acuerdos y también duras críticas a los protagonistas de la interna política del Frente de Todos. Allí quedó planteado el temor de que pueda el peronismo sufrir un nuevo revés electoral como en el 2015, de no encontrar un cambio de rumbo.
Pero esa preocupación quizás puede “patearse un poco más para adelante”; la “papa que quema” en lo inmediato, es la delicada situación de fragilidad económica que atraviesan las obras sociales sindicales, totalmente desfinanciadas y con un destino incierto.
Allí tomó la palabra el secretario de Acción Social de la CGT, José Luis Lingeri, un histórico de Obras Sanitarias, quien presentó a sus pares un resumen de las conversaciones que está teniendo con el Ministerio de Salud de modo de avanzar en lo que sería una “integración del sistema de salud” y las medidas que podrían salvar a las obras sociales –sobre todo las más chicas-, que hoy resultan inviables.
Hubo «acuerdo tácito» también en que no están dadas las condiciones para una masiva movilización impulsada desde la CGT, el próximo 1 de Mayo, no porque sea domingo, sino principalmente porque el «terreno» socio económico y político no es el apropiado.
Cada tanto la “rosca” política y el entramado judicial volvían a “colarse” en la reunión, pero sin generar demasiados momentos de tensión. Por el contrario, reinó la cordura y el acuerdo en la necesidad de dar una “real batalla” contra los precios, principal enemigo hoy de los trabajadores.
Estuvieron presentes los tres secretarios generales, Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estacioneros), Pablo Moyano (Camioneros), Omar Plaini (Canillitas), Andrés Rodríguez (UPCN), Rodolfo Daer (Alimentación), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Abel Furlán (Metalúrgicos), Sergio Romero (UDA), Carlos Frigerio (cerveceros) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Romina Santana (Comercio), entre otros y otras.
Este CDN, en la sede de Azopardo, marca un hito en la historia del movimiento obrero, ya que por primera vez del Consejo Directivo de la CGT participaron 17 compañeras. «Es un signo de los nuevos tiempos», manifestó Marina Jaureguiberry, de SADOP, presente en el encuentro.
