La pandemia golpeó con fuerza a los jardines maternales privados, que sin actividad desde hace más de 3 meses, sin demasiadas oportunidades para acceder a la ayuda oficial, no tienen otro destino que caer al precipicio y cerrar sus puertas. De acuerdo a la Junta Nacional de Educación Privado (JUNEP), ya son 146 los establecimientos que bajaron sus puertas y no volverán a abrir.
Por si fuera poco, tampoco ven luz al final del túnel ya que, si bien existe un protocolo sanitario para la vuelta a clases, todavía no hay una fecha certera por lo que se teme el fin de diversos jardines en los próximos meses, con una gran caída de la matricula y con dificultades para ingresar a los ATP, el programa estatal para morigerar la crisis y evitar despidos. Hay algo que es determinante: deben seguir abonando gastos como el alquiler, los servicios y los seguros. Los números indican que en donde se produjeron más cierres fue en Salta, con 45.
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Después, aparecen Córdoba (32), Santa Fe (16), provincia de Buenos Aires (12), Entre Ríos (8), Mendoza (7), Río Negro (5), Chaco (5), San Luis (5), ciudad de Buenos Aires (4), La Pampa (4) y Misiones (3). Esto se traduce en cientos de trabajadores en la calle.
Georgina Malm Green, dueña de la Escuela Infantil Green Garden de Chacarita, señaló sobre el panorama que “la mayoría todavía no cerró porque apostamos a poder sostenerlo, pero la realidad es que muchísimos no van a tener alternativa. Solo en la ciudad de Buenos Aires, son más de 5 mil empleados afectados y familias que necesitan de esa función social. El videíto que nosotros le podamos a mandar a los chicos puede ser muy lindo, pero no alcanza”.