La línea aérea fue citada para el miércoles 8 de este mes por el Ministerio de Trabajo para analizar si se acepta o no el Procedimiento Preventivo de Crisis, a lo cual los gremios del sector ya anticiparon su rechazo.
A tres semanas del anuncio de la compañía Aérea Latam, de que dejará de operar en Argentina continúa la polémica respecto a la salida de la empresa del mercado local y de la desvinculación de 1715 trabajadores, que por éste momento, transitan una enorme incertidumbre respecto a cuál situación laboral.
La cita del Ministerio de Trabajo para el miércoles 8 ya habla de algo certero, de hecho ese día puede ser definitorio, ya que si se acepta abrir el Procedimiento Preventivo de Crisis las conversaciones podrán seguir avanzando para encontrar una solución de consenso entre la empresa, los gremios y el Gobierno. De lo contrario, Latam tendrá que apelar a alguna vía alternativa, pues ha confirmado que la decisión de irse es “irrevocable”.
El pedido de PPC es lograr “una salida ordenada” que le permita pagar las indemnizaciones con la reducción que prevé la norma para los casos de “fuerza mayor”, cuestión central que genera el rechazo unánime de los gremios.
En resumen, señalan que las razones invocadas por Latam Argentina “no son válidas” porque la empresa arrastra pérdidas desde hace varios años y no se pueden atribuir a razones de fuerza mayor generadas por la pandemia. Además, remarcan la vigencia de los decretos que impiden los despidos.
“Desde el 2016 en que empezó su déficit, la compañía privilegió explotar nuestro mercado interno desde Mendoza, Salta, Tucumán ,Córdoba y Rosario, con sus filiales en vuelos hacia los hubs en Chile, Perú y Brasil en lugar de hacerlo con Lan Argentina y los trabajadores argentinos”, aseguraron desde el sindicato de los técnicos aeronáuticos que conduce Ricardo Cirielli (APTA).
A la hora de determinar responsabilidades, desde la entidad gremial apuntaron a que “éste accionar fue posibilitado por la política aerocomercial del gobierno anterior” a quien culparon de no renovar su flota” y “devolver dos aviones al holding que levantó escalas”.
En ese sentido, desde APTA remarcó que “Lan Argentina comenzó a retirarse en el 2016. Fue una decisión estratégica del holding privilegiando la rentabilidad del grupo sobre la sustentabilidad de su negocio en Argentina”, con lo cual consideró que “la pandemia y la caída brutal de la demanda interna sólo aceleró los planes de Lan Argentina de retirarse para no afrontar importantes déficits, pero fue previo”.
Como si fuera poco, “tampoco se irá totalmente. Seguirá con empresas del holding operando desde Chile, Perú y Brasil y desde ahí hará conexiones internacionales”, por lo que “el grupo Lan mantendrá su lucrativa operación de carga general desde Argentina hacia el exterior mediante empresas cargueras propiedad de Lan Chile”, concluyó.
El miércoles comenzará a saberse el rumbo de la negociación respecto a la salida de Latam de la Argentina que implica dejar de volar a 12 destinos de cabotaje: Buenos Aires, Iguazú, Bariloche, Salta, Tucumán, Mendoza, Córdoba, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, Calafate y Ushuaia, tres regionales: San Pablo, Santiago de Chile y Lima y uno internacional: Miami.