Pese a que acumularon aumentos por más del 60% en el valor de las cuotas durante 2019, aseguraron ante el Ministerio de Salud que no están en condiciones de pagar las subas salariales de febrero y marzo.
Para no aumentar la cuota, las prepagas exigen menos impuestos y más compensaciones para pagar la actualización salarial de 4000 pesos a sus empleados. De lo contrario señalaron que es imposible afrontar el incremento que propone el Gobierno.
Además pretenden que la suma no tenga carácter remunerativo, cuestión que podría facilitar el acuerdo, al que ya han llegado en la mayoría de los rubros.
En ese sentido, el ministro de Salud, Ginés González García, se reunió con los representantes del sector con quienes analizó la estructura de costos, buscando morigerar los constantes aumentos en la cuota que han hecho desertar a miles de afiliados en el último año.
Desde febrero 2019, las empresas aumentaron a sus clientes un 60,67 % el pago mensual, llegando algunas familias a pagar hasta más de 35.000 pesos por el plan, pues durante el macrismo se les autorizaron todos los aumentos solicitados. De hecho en cuatro años el medicina prepaga aumentó un 448%, de acuerdo a los datos oficiales brindados por la Defensoría del Pueblo porteña.
Aún así, pese a haber registrado un 72% de incremento, cifra 16 puntos por encima de la inflación, el sector continúa “especulando” con distintos beneficios para asumir el incremento de las sumas fijas.
El encuentro se realizó el jueves al mediodía en la sede Ministerio de Salud con los principales referentes de las prepagas y los titulares de las cámaras que agrupan a las clínicas y sanatorios privados donde volvieron a plantearle al Gobierno que “tienen grandes dificultades para afrontar el pago de los $4.000 porque el negocio de la medicina prepaga se ha vuelto inviable”.