Las medidas de fuerza siguen provocando internas en el sindicalismo

El paro de mañana, decretado por el Frente Sindical y las dos CTA, que busca ponerle un freno al gobierno en el rumbo económico que intenta profundizar, también lo será para la central obrera, que intenta mostrarse prudente y no quedar “señalada” como otras veces en la historia, por el fracaso de un gobierno democrático.

Así los máximos dirigentes de la CGT insisten en que octubre es el momento de decirle basta a este gobierno que está agotado y que tanto daño le ha causado a la producción nacional y al empleo.

Las dos posturas generan fuertes internas puertas adentro del sindicalismo, que no coinciden en la forma de llevar adelante el plan de lucha. La decisión de la CATT de “plantarse” el 1ro de Mayo y no prestar servicios el miércoles en un reclamo por los descuentos del impuesto a las Ganancias sobre los feriados trabajados es muestra de ello.

Acostumbrado a llevar la delantera, para el líder camionero, Pablo Moyano, que la Confederación del Transporte le “primeara” un paro fue un “balde de agua fría” y las reacciones desde el Frente Sindical no tardaron en llegar. Moyano los cuestionó a pesar de que Camioneros integra la CATT.

De hecho, Omar Maturano, secretario adjunto, salió a explicar por qué desde la Confederación del Transporte no buscaron el consenso de la CGT para imponer el cese de tareas: «determinamos esta medida sectorial porque hay trabajadores de otros gremios a los que no les descuentan el impuesto a las Ganancias», se justificó el dirigente ferroviario, quien por su parte insiste en que “las condiciones están dadas para que la Central Obrera convoque a un paro general”.

Maturano lo argumentó en el “fuertísimo ajuste que están sufriendo los trabajadores y la gravedad de las suspensiones y despidos por falta de trabajo” y señaló que “este es un paro sectorial pero que la CGT debe hacer el reclamo general”.

Al mismo tiempo, otro de los hombres fuertes del Transporte, Roberto Fernández (UTA) pelea su interna con un sector  minoritario del gremio de colectiveros, la agrupación Juan Manuel Palacios, que estarán de paro desde el día anterior, adheridos, sin el aval de su secretario general, a la convocatoria de Moyano para el martes 30.

Así, en una semana clave, donde serán 48 horas de una dinámica sindical y política de alto voltaje, transcurrirá el día del Trabajador con reclamos de todo tipo, porque cada hora que pasa en nuestro país hay más  desocupados y nuevos pobres.