La UIA anticipa otra caída de 2,5% para la industria en 2019

Lejos de considerar como posible la recuperación económica que promete el Gobierno Nacional, Unión Industrial Argentina (UIA) prevé que durante 2019 la actividad industrial caerá otro 2,5%, luego del derrumbe de 3,5% del año pasado. Esto en el caso de que las condiciones se mantengan estables y no haya una nueva corrida cambiaria en la cercanía de las elecciones.

El balance del año 2018 en la industria nacional fue catastrófico. Después de un primer trimestre que alentó unas ciertas esperanzas de recuperación después de dos años de constantes recortes de personal, aumentos de costos productivos y retroceso de las ventas en el mercado interno, la crisis cambiaria del mes de abril pulverizó las esperanzas industriales y, tal como explica un reciente documento del Centro de Estudios de la UIA (CEU), “en el segundo trimestre comenzó a registrar un retroceso que fue profundizándose a lo largo del año, como consecuencia de las tensiones financieras y cambiarias”.

El estudio del equipo económico de la entidad industrial añade: “En esta línea, durante el segundo trimestre la actividad se contrajo 2,4%, con una caía del 5,4% durante el tercer trimestre, cerrando el último trimestre con -8,4%. Los retrocesos afectaron a la mayor parte de los sectores industriales, en un contexto marcado por la caída en el consumo y por las altas tasas de interés que llegaron a superar el 100% para el capital de trabajo durante septiembre y octubre”.

Durante el mes de noviembre se observó una contracción mensual del -0,96%, lo que implica una pérdida mensual de 10.937 puestos de trabajo, “siendo el undécimo mes consecutivo con tendencia negativa y la mayor baja de la serie”. Respecto a noviembre 2017 se registran 61.839 asalariados menos (una baja de 5,2%). Desde la asunción de Cambiemos, los puestos de trabajo perdidos son más de 125 mil.

La caída de más de 8% en el último trimestre del año se siente claramente en el inicio del 2019. Así, sectores de mano de obra intensiva, tales como textiles y calzado, se encuentran en una situación crítica, seguidos por los rubros asociados a la construcción, la industria automotriz y edición e impresión.