La recesión de Macri y los efectos de la Pandemia pulverizaron más de medio millón de puestos de trabajo

En septiembre del 2019 los datos oficiales confirmaban que en los últimos 18 meses habíamos perdido 280 mil puestos de trabajo. Golpeados por la recesión económica, la industria y el comercio fueron los sectores más perjudicados y hubo una pérdida de casi 300 mil empleos formales de trabajadores en relación de dependencia en el sector privado. Ahora se suman 224 mil, lo que acerca esa suma a casi quinientos mil nuevos desempleados.

Testigo de eso es el Ministerio de Producción y Trabajo, que en marzo de 2018 un total 6.322.600 asalariados aportantes, se redujeron en septiembre del 2019 a 6.042.600. En octubre, prosiguió la pérdida de empleo, según la Encuesta del propio Ministerio y así también en noviembre y diciembre.

Luego de un par de meses de cierta estabilidad -con la llegada del nuevo gobierno de Alberto Fernández-, en marzo de este año ya la pandemia -recién llegada al país- comenzó a dañar aún más la economía y principalmente el ámbito laboral ya muy golpeado: según un informe del Ministerio de Trabajo, en mayo 2020 hubo 294.600 asalariados privados menos -una caída interanual del 4,8%- que en el mismo período del año pasado.

Si se toma la cantidad total de personas con trabajo registrado la retracción fue de 3,4% con relación al mismo mes de 2019. Esto significa 409.000 trabajadores menos. Con relación a abril, el número de ocupados registrados cayó 0,8% (unos 92.000 trabajadores menos).

Además, en el mes se reflejó un fuerte impacto negativo sobre los trabajadores de casas particulares, y en los independientes, como monotributistas y autónomos. Las expectativas de contratación continúan siendo negativas para el próximo trimestre, según los datos oficiales.

Es Decir que el empleo asalariado privado registrado en empresas cayó  y se perdieron 224 mil puestos efectivos con la cuarentena, según los datos del registro administrativo del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), más allá del decreto de prohibición de despidos y las políticas de asistencia para el pago de salarios (ATP).

«Este freno en la destrucción de empleo se explica por una disminución de la caída en todos los sectores de actividad», estimó el Ministerio de Trabajo sobre la flexibilización de la cuarentena. «Incluso se identifica un conjunto de actividades que recuperan parte del empleo perdido en los últimos meses, como las actividades primarias, hoteles y restaurantes, el transporte y, en menor medida, la industria manufacturera y los servicios empresariales. Otros sectores gravemente afectados desde el comienzo de la pandemia, como la construcción, el comercio y la enseñanza, si bien continuaron con tasas de variación negativas, presentan menores caídas en relación a los siguientes meses», detalló el informe.

«A pesar de esta cierta estabilización en el empleo asalariado privado, el total de trabajadores registrados continúa en baja, debido al comportamiento descendente del resto de las modalidades ocupacionales, entre las que se destacan principalmente el trabajo monotributista y, en menor medida, el trabajo autónomo y el de casas particulares», señala el trabajo.

Los trabajadores independientes tuvieron una baja de 4,7% frente al año pasado (o, sea, fueron 110.400 trabajadoras menos). Las caídas fueron de 6,1% en autónomos (-24.100) y del 5,6% en monotributistas (-88.800). La personas adheridas al monotributo social sumaron 0,7% (+2600). Mes contra menos, hubo casi 70.000 monotributistas menos y 6600 autónomos menos.

Los trabajadores de Casas Particulares cayeron un 5,3% interanual. Se registraron 26.200 menos que en el mismo período del año pasado. En el mes cayó 2%, lo que se traduce en 9600 trabajadores menos.

La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de junio estimó que el nivel de empleo privado registrado en empresas privadas cayó un 0,1% en relación al mes pasado, «atenuando sensiblemente los resultados negativos de los meses anteriores (-0,4%, en mayo y -0,6%, en abril)».

El dato estadístico de que estamos en “fase de recuperación”, cambia el panorama. Es objetivo que el consumo de energía eléctrica industrial, -el termómetro más exacto de lo que realmente está pasando en las fábricas- está aumentando.

De acuerdo a esos datos oficiales, el pico de caída lo atravesamos en el mes de abril, -exactamente el 19- con un (-42%) cifra que en mayo decreció al (-34%) en junio al (-24%) y hoy estamos en niveles menores al (-12%), es decir, cerca del esquema pre Covid, lo que tendrá un efecto inmediato sobre el empleo, que al menos se cree dejará de descender.