Un informe que realizó el Instituto Nacional de las Mujeres (INAM) da cuenta de lo perjudicada que resulta la mujer en el mercado laboral. Por ejemplo, un hombre cobra por el mismo trabajo un “26,2% más en promedio” que una persona de sexo femenino.
Además, el documento afirma que las mujeres trabajan en promedio, 57 horas por semana, siete más que los varones. En cuanto al empleo no remunerado, el INAM señala que los varones le dedican 17 horas por semana y las mujeres 42, lo que reduce “de manera significativa” sus posibilidades de dedicar más tiempo a un empleo pago. Según el Instituto, del total de jefas y jefes de hogar, el 41,6% son mujeres y el 58,4% son hombres.
Para Mercedes D’Alessandro, autora del libro “Economía feminista. Cómo construir una sociedad igualitaria (sin perder el glamour)”, estos datos «no sorprenden». Y agregó que «el 26,7% de las mujeres jefas de hogar los son en un hogar monoparental, mientras que sólo el 3,7% de los varones conduce ese tipo de hogares».
“Es hora de empezar a decir hogar monomarental”, comentó la economista, y estableció: “Unicef argentina publicó recientemente un informe sobre pobreza que dice que estos hogares son los más pobres, y eso se debe a que la mujer debe hacer el trabajo de la casa y a la vez tener un empleo remunerado”.