«La investigación nacional se traduce en baja de costos y trabajo argentino»

Así lo definió Ana Franchi, la presidenta del CONICET, el organismo investigación de ciencia y tecnología más grande del país, una de las personas más buscadas para contar en primera persona, los avances argentinos que tienen orgullosos a los 44 millones de habitantes en tiempos de panemia.

En el CONICET  hoy todos los equipos de investigadores están a disposición de la pandemia. En estos momentos “hay 64 proyectos que están siendo financiados por la agencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación” explicó refiriéndose a la parte biomédica pero sin dejar de lado a otros grupos dedicados a la parte tecnológica, al desarrollo de respiradores, de válvulas para respiradores, de máscaras, de telas preparadas con sustancias bactericidas y que también podrían anular el virus para fabricar barbijos, la ropa del personal médico e incluso sábanas”.

Los equipos del CONICET incluyen en este momento además “gente dedicada al modelado, matemáticos, estadísticos, que están viendo cómo evoluciona ésta pandemia” y en otros aspectos también. “Tenemos  cientistas sociales en todo el país que están viendo las consecuencias de esta pandemia, del aislamiento, las consecuencias socio económicas… así que tenemos a muchísima gente de la comunidad trabajando para ayudar a pasar ésta pandemia”.

El sentido los resultados positivos de la investigación científica “No son solo la baja de los costos, es trabajo argentino, son las dos cosas, y es soberanía sanitaria y soberanía tecnológica”, expresó en Estado de Alerta la investigadora.

En ese punto adelantó que “Tenemos los tratamientos que pueden llegar a servir para avanzar con la enfermedad” aunque reconoció que de la vacuna estamos más lejos, pero destacó que, con los avances nacionales “se va a ayudar a los enfermos o a que no se enferme la gente”, llevando esperanza a todos los argentinos.

Si bien lamentó la pandemia, Franchi lo analizó como una oportunidad para un “desarrollo autónomo de nuestra comunidad científica”, para lo que se denomina la “soberanía científica” lo que significa que no dependamos del mundo, sino que tengamos nuestras propias herramientas, las que la ciencia y la tecnología nos dan para enfrentar una pandemia o cualquier otra situación sanitaria.

Así es que, en este contexto, totalmente inédito, toda la comunidad científica se puso a disposición para responder a esta situación y “comenzamos a colaborar con los testeos que estaba haciendo el Malbrán” junto a “otros  grupos que se pusieron a trabajar para ver si podían desarrollar test para determinación de anticuerpos como del propio virus”.

“Así tuvimos hace más o menos 2 semanas la noticia de que el grupo de la Dra. Andrea Gamarnik había desarrollado un kit para determinar anticuerpos en suero de personas que tuvieron o estaban teniendo en esos momentos la enfermedad asociada al Covid 19” recordó Franchi en primera persona.

Por otro lado, “un grupo liderado por el Dr. Vojnov y la Dra. Carrillo del Instituto Milstein que también es del CONICET con la Fundación Cassará es el desarrollo de un kit  más rápido que el que se está utilizando actualmente para determinar el virus, que, además de ser más rápido utiliza una tecnología más sencilla y más barata”.

“También hay varios grupos que están estudiando terapéuticas posibles contra este virus. Tenemos gente de Tandil, del Instituto del CONICET y de la Universidad de Tandil que están reposicionando una droga que se usaba para otra cosa y que puede servir para Covid”.

Pero eso no es todo, también destacó que “tenemos grupos que están haciendo estudios clínicos, utilizando los anticuerpos de una persona que tuvo la enfermedad y que puede ayudar en la terapia de los enfermos”.

A través de su relato Franchi destacó “todo lo que se debe y se puede hacer desde el rol del Estado alimentando a nuestra ciencia, alimentando a todo lo que tiene que ver con el rol de la salud, la importancia obviamente del Estado en este sentido y el abaratamiento de costos.

Pero todo el esfuerzo y el trabajo denodado lo entendió como una devolución: “Si nosotros estamos acá es porque hubo una sociedad que financió nuestros estudios, porque nosotros la mayoría hemos “caído” en la educación pública, hicimos los doctorados con becas del CONICET o de las universidades, nuestros salarios son financiados por el Estado y la mayoría de nuestras investigaciones. Entonces es el Estado, son los impuestos, y los impuestos son la gente que invierte, y nosotros estamos devolviendo esa inversión, esa fe que tienen con nosotros devolviéndola, ayudando a resolver los problemas de la sociedad, o sea ésta pandemia” concluyó con el deseo de que las inversiones sean mayores para la investigación científica.