La recesión económica generalizada, una de cuyas manifestaciones ha sido una pronunciada y constante caída en el consumo, ha derivado en un muy elevado sobrestock de productos en varios sectores, lo que plantea dramáticas perspectivas de despidos y más cierres de PyMEs durante 2019.
Según un relevamiento de BAE Negocios, sectores fabriles entre los que se cuentan el automotriz, textil, electrodomésticos, juguetes, muebles y el sector vitivinícola se encuentran muy afectados ya que cuentan con stocks asegurados para abastecer al mercado por varios meses, con lo que la producción bajará o directamente se detendrá en el próximo período.
Según las concesionarias automotrices, hoy existen unas 240.000 unidades en oferta, lo que representa “entre 4 y 5 meses de ventas”. Con este escenario, los salones de ventas calculan que podrían reducir personal en hasta un 40% durante el año que comienza. Otro sector muy afectado es el de electrodomésticos, para los que fuentes del sector informan que “existen artículos en depósitos como para ocho meses de demanda”. La industria del juguete, cuyas ventas se desplomaron en las recientes fiestas, afirma tener productos hasta el Día del Niño de agosto.
Según Matías Furió, titular de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), las fábricas del sector trabajan a un 55 o 60% de su capacidad y las ventas cayeron un 40%. Considerando que para Reyes el ticket promedio fue de 300 pesos en jugueterías, explicó: “Hoy lo que se importa es lo peor de China, porque tienen que ser juguetes por debajo de los 500 pesos”.
Desde la Federación Argentina de la Industria Maderera explicaron que directamente “no hay consumo”, no hay ventas en las carpinterías “porque la gente no compra muebles”. Así, el stock acumulado obligó a suspender personal o postergar pedidos a los proveedores de materia prima. La caída de ventas se estima en más del 50%.