Hace más de tres meses que en esta firma que produce componentes para línea blanca permanece con su maquinaria instalada pero está todo parado. En mayo pasado, después de 60 años, la empresa cerró sus puertas y dejó a 240 trabajadores en la calle, sin pagarles la indemnización.
“Eitar produce válvulas para artefactos a gas: cocinas, termotanques, estufas. Y durante seis décadas ocupó casi el 90% del mercado argentino. Pero “el mercado se cayó muchísimo y la importación, que liberó el gobierno en 2016, nos complicó aún más. Este panorama sumado al mal manejo de los dueños, nos llevó a esta situación”, explica Marcelo López, delegado de la fábrica que está tomada por sus trabajadores.
La empresa metalúrgica de accesorios para artefactos a gas, gambeteó a varias crisis anteriores incluídas la del 2001, pero no pudo resistir a la recesión que desde el 2018 se prolonga en la economía local. La brutal caída del consumo interno y la apertura indiscriminada de las importaciones, junto a los tarifazos, la “sacaron de circuito”.
Mientras tanto, los trabajadores han puesto un cartel “lavadero” y se ganan el sustento diario en la fábrica. También han colocado una parrilla en el intento de subsistir a esta difícil situación en la que algunos de los despedidos tenían casi 30 años de servicio en la empresa.
La fábrica Quilmes cerró luego de que la AFIP embargara las cuentas bancarias por impuestos impagos. En ese escenario los ex trabajadores buscarán la posibilidad de crear una cooperativa, pero tampoco resulta fácil.
Juan Pohl uno de los despedidos después de haber dado 26 años a Eitar relató: “Mi vida hoy es triste. Tengo 62 años, no sé si me voy a poder jubilar y mis posibilidades de trabajo ya no son las mismas”, describiendo la situación de muchos de sus compañeros.