Sin soluciones a la vista, el Gobierno encontró como salida de corto plazo, extender la Conciliación Obligatoria, mientras los trabajadores de la salud insisten en el reclamo de 45% de aumento y ya anunciaron nuevas medidas de fuerza para la próxima semana.
La Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) consideró «injusta e ilegítima» la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo y lanzó un paro nacional de actividades y movilización para el próximo 4 de agosto.
La cuestión ya genera tensiones entre el Gobierno de Alberto Fernández y la mesa chica de la CGT que encabeza Héctor Daer, justamente titular del gremio que lleva adelante ésta batalla contra las prestadoras médicas privadas de salud, negadas a dar un incremento salarial de tal magnitud.
«Vamos a realizar el Paro Nacional de actividades por 24 horas para el próximo día miércoles 4 de agosto y lo vamos a acompañar con una Gran Marcha Nacional por las calles de la ciudad de Buenos Aires, para que todos puedan comprender la justicia de nuestro reclamo y acompañar a todos los trabajadores de la Sanidad en su lucha», señala un comunicado, que lleva las firmas de Héctor Daer y Carlos West Ocampo.
Mientras tanto, el Gobierno analiza un proyecto presentado por las prepagas de “auxilio financiero” en momentos donde éstas señalan que debido a la pandemia “no cuentan con los fondos suficientes” y que están completamente “desfinanciadas” para tal erogación. Además de insistir con los reclamos de actualización de aranceles por parte de prepagas pero también del PAMI como lo vienen haciendo desde hace meses, cuestión que el Gobierno se niega a autorizar.
Pero hasta tanto haya una definición al respecto, la Disposición 316 de la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación dispone la prórroga de la conciliación obligatoria en el conflicto entre las prestadoras de salud y el gremio de la sanidad, desde las 00:00 del 28 de julio y por el término de cinco días, lo que cayó como un balde de agua fría en la Federación de los Trabajadores de Sanidad.
Son horas decisivas, dado que también el sistema privado de salud amenaza con medidas concretas y recorte de servicios, cuestión que ya ha hecho efectiva en distintas prestaciones del servicio de salud y lo puede notar cualquier socio que integre una prepaga actualmente.
