En el día de la Bandera, los cruces de campaña “rompieron” la tensa calma que atraviesa la Argentina a meses de una nueva elección. En la ciudad de Rosario y frente a cientos de niños, el presidente de la Nación, Mauricio Macri habló de “mafias” en los gremios del Transporte.
Desde la central obrera reaccionaron rápidamente y a través de un comunicado rechazaron sus dichos, solidarizándose con cada trabajador y los representantes gremiales que sean víctima de cualquier acto de violencia o injerencia ejercida desde el Estado.»El problema no son los trabajadores, son las políticas que pesan sobre ellos», expresaron.
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— CATT – Prensa (@CATT_Prensa) June 21, 2019
Así, desde la central de Azopardo y pese a las marcadas diferencias que mantienen con el sector del moyanismo, salieron “sin nombrarlo” a defender el ataque del presidente que los acusó de generar “de forma ilegal” los “altísimos costos del transporte”.
En ese sentido rechazaron cualquier “agravio o provocación” hacia los trabajadores por parte de altos funcionarios del Gobierno a quienes responsabilizaron de los “altos costos de la crisis generada por sus políticas de ajuste y hambre que vienen llevando adelante”.
El comunicado, firmado por el Consejo Directivo Nacional, acto seguido, instó, en un ámbito de tolerancia, a cada actor social, a “asumir la responsabilidad que le corresponde para dar vuelta una crisis social y económica que este país y sus ciudadanos no merecen”.