La CGT alertó al FMI sobre la «situación social dramática» que vive el país

La Confederación General del Trabajo (CGT) advirtió a la misión del FMI acerca de la “situación social dramática” que se vive en nuestro país y pidió que se autorice el uso del crédito para aumentar la ayuda a los sectores más vulnerables través de los diversos programas sociales.

Una delegación de gremialistas encabezados por el secretario general cegetista Jorge Acuña (Héctor Daer no participó del encuentro por encontrarse de viaje) se reunió con Roberto Caldarelli, el economista italiano que dirige la misión del organismo financiero internacional que se encuentra revisando las cuentas de nuestro país. El encuentro fue pedido por el FMI y se trató del segundo que se llevó a cabo en lo que va del año. Estuvieron presentes los secretarios generales Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Jorge Salinas (UOM).

Desde la central obrera se comentó luego sobre el encuentro con Caldarelli: “Le transmitimos el panorama totalmente negativo y dramático que tiene la CGT sobre la situación social, y le expresamos que vemos un futuro no muy prometedor”. La CGT también pidió especialmente “aliviar la situación de los jubilados, uno de los sectores más castigados”.

Según trascendió, los funcionarios del Fondo se limitaron a escuchar los planteos gremiales, limitándose a comunicar que según sus cálculos la reactivación económica podría producirse recién en “en el segundo trimestre del año próximo”. Para los técnicos del FMI esa eventual recuperación “va a depender del contexto económico mundial y la situación política interna del país, que podría afectar el aumento de la actividad”.

Según el acuerdo firmado por el Gobierno de Mauricio Macri con el FMI, se prevé destinar al gasto social hasta 13.500 millones de pesos para este año y un 0,2% del PIB para los próximos años. Para la CGT, la cifra esa debería destinarse inmediatamente a complementar jubilaciones y a ayudar a sectores sociales vulnerables ante el impacto inflacionario que ha deteriorado el poder adquisitivo de toda la población. Desde el gremialismo también se realizó un planteo contra posibles avances en el sentido de una reforma laboral.