En las últimas horas el plenario nacional de secretarios generales y la conducción de la Asociación Bancaria (AB) le reclamaron al presidente electo Javier Milei “el reconocimiento de los 15 puntos que la CGT presentó a las fórmulas presidenciales antes del balotaje, en especial la plena vigencia del derecho al trabajo”. También anticiparon que si se pretende reinstalar el impuesto a las ganancias habrá una inmediata respuesta sindical y rechazaron la dolarización, las privatizaciones y el cierre del Banco Central.
A Inicios de la semana, en declaraciones radiales, el titular de La Bancaria Sergio Palazzo, también había afirmado que si el Gobierno de Javier Milei intenta dar marcha atrás con las modificaciones en el impuesto a las Ganancias, “va a haber una reacción gremial”.
“El derecho al trabajo está en el artículo 14 y 14 bis de la Constitución. La Bancaria rechaza una inviable dolarización, el cierre del Central y la eventual privatización de las entidades públicas, como el Banco de la Nación Argentina (BNA). Es atribución del Congreso hacer sellar moneda y establecer un banco que la emita, que es el BCRA. Es imprescindible una banca pública que garantice los servicios financieros”, explicaron desde el gremio en un documento.
La Asociación Bancaria, encabezada por el también diputado nacional Palazzo, insistió en que “dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada”, y defendió el “derecho a la protesta social”, remarcando que “las Declaraciones Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y Universal de Derechos Humanos, que Argentina reconoció, tienen jerarquía superior a las leyes”. Además, se recordó que “arreglar el pago de la deuda interior y exterior es atribución del Congreso, lo que fue vulnerado entre 2015-19 por el Ministerio de Economía, entre otros, sometiendo al país a imposibles condiciones del FMI, con consecuencias catastróficas para la economía productiva y de las familias”.
El gremio enfatizó que los trabajadores “conocen bien las consecuencias del predominio de la especulación financiera y la crueldad de los oligopolios formadores de precios, los verdaderos dueños del nuevo gobierno, porque la liberalización absoluta que se les promete dejará inerme a la sociedad», por lo que ratificó la necesidad de «una mayor unidad del sindicalismo y los sectores productivos que dependen del mercado interno”. Y, para terminar, remarcó “la unidad es con todas las organizaciones sindicales y sociales representativas de los trabajadores registrados o no, con ambas CTA (de los Trabajadores y Autónoma) y con la UTEP”.