Aunque desde las concesionarias se afirma que la caída de ventas hubiera sido peor sin el plan de incentivos del Gobierno nacional para la compra de 0Km, lo cierto es que durante el mes de junio la venta de unidades siguió cayendo. En ese contexto, algunas automotrices vienen aplicando acuerdos de suspensiones o de rebajas salariales para hacer frente al escenario recesivo.
La autopartista Magna, una empresa de capitales canadienses dedicada a la producción de asientos para Nissan, fue la última en acordar con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) una reducción de jornada y de remuneraciones para su planta de la provincia de Córdoba, con el objetivo de mantener los actuales 400 puestos de trabajo.
El acuerdo para la planta de Magna es similar al que firmó Renault para su planta de Santa Isabel el pasado 29 de mayo para reducir los turnos de 8,48 a 6 horas, aplicando suspensiones al 70% del personal en lugar de al 75% de sus 1.500 operarios. El nuevo esquema, que se extiende hasta marzo del año próximo, implicó una rebaja salarial del 35% para los empleados de la planta. Así, un operario con tres años de antigüedad que percibía 31.200 pesos pasó a cobrar 23.000 mensuales.
Pero, incluso con los incentivos oficiales, el escenario automotriz no da señales de repunte y las ventas en concesionarios cayeron en junio un 44% interanual y un 2,2% respecto a mayo, según el informe difundido por la Asociación de Concesionarios (ACARA).