Durante la mañana de este viernes se confirmó que un obrero de 18 años fue encontrado “sin signos vitales” entre los escombros del derrumbe de una obra en construcción, en el partido bonaerense de Ituzaingó. Otros cuatro trabajadores lograron escapar cuando la estructura colapsó, mientras se llevaba adelante una demolición. Crecen las dudas sobre las medidas de seguridad que habría garantizado la empresa privada que llevaba adelante la obra.
El siniestro ocurrió en las instalaciones de una vieja carbonería de la calle Brandsen y Perdomo, a metros de la colectora de la autopista del Oeste, en la zona oeste del Gran Buenos Aires. Cinco trabajadores se encontraban abocados al derribo del inmueble, ya que allí se iba a instalar un frigorífico, cuando se produjo el derrumbe.
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El director de Defensa Civil del Ituzaingo Roberto Gondar confirmó el fallecimiento del trabajador, que fue ubicado por las dotaciones de bomberos entre los escombros. Más allá de los esfuerzos de las cuadrillas médicas, el joven Joel Báez (hijo del capataz de la obra, que también se encontraba trabajando en el lugar), no pudo ser reanimado.
Hace pocos días se ordenó el desalojo de una propiedad ubicada a apenas 40 metros de la casa donde se produjo el incidente, por el peligro que implicaba la degradación de dos columnas del inmueble en el contexto de lluvias de los últimos días. Con este antecedente, se multiplican las dudas respecto de las medidas especiales de seguridad que debió haber adoptado la empresa que estaba
La semana pasada se registró otro derrumbe fatal en una vivienda tipo PH de dos pisos ubicada en el barrio porteño de Floresta, cuando una viga que soportaba prácticamente todo el peso de la edificación colapsó durante la madrugada del lunes. Tres personas murieron entonces atrapadas bajo los escombros: una nena de 12 años, un joven de 19 y una señora de 72 (cuyo cuerpo fue encontrado recién después de dos días de búsqueda).
