Ante la creciente inflación en pleno proceso electoral, el gobierno evalúa acuerdos de precios que puedan detener los aumentos. Así, para sorpresa de muchos, el macrismo está tentado a llevar a cabo medidas intervencionistas similares a las que ejecutaba el anterior secretario de Comercio, Guillermo Moreno, políticas que Cambiemos ha denostado sistemáticamente.
Lo cierto es que los valores de los productos de la canasta básica se dispararon un 58% en los últimos 12 meses y temen una «ola» de voto castigo en las próximas elecciones.
Cómo hacer para acabar entonces con la caída del consumo? Una parte del Gobierno y también de los socios de Mauricio Macri en Cambiemos consideran que, con los resultados a la vista, y con las elecciones en el horizonte, llegó el momento de tomar decisiones más audaces.
Así es que en el gabinete nacional sobrevuela la idea de que se avance en un acuerdo de precios con los principales fabricantes de alimentos, y también con las cadenas de supermercados.
Algunos ministros vienen madurando esa posibilidad a pesar de que el propio jefe de Estado rehúye de este tipo de acuerdos. Pero la cuestión se coló, incluso, en las reuniones que vienen manteniendo funcionarios del oficialismo con los referentes del radicalismo. Esos dirigentes, socios de Macri en Cambiemos, reclaman a viva voz que el Ejecutivo «haga algo» con la inflación.
Uno de los proyectos que fue rechazado anteriormente es la «Ley Góndola» y hay otras decisiones que dan vueltas por Casa Rosada, todas en un mismo sentido: tratar de contener los valores de los alimentos.
Lo más simple de resolver será la continuidad del plan de Precios Cuidados, cuya vigencia finaliza el próximo 6 de mayo y deberán renovar. Antes de esa fecha, el Gobierno pretende darle un nuevo impulso. Y, además, promover un acuerdo especialmente pensado para los jubilados y pensionados.
El lanzamiento será una especie de «Precios Cuidados» para adultos mayores y beneficiarios de los diferentes planes sociales, como la Asignación Universal por Hijo, pero con una propuesta que no contempla una canasta única de productos a valores más bajos sino una oferta de artículos y descuentos que cada cadena de supermercados podrá elegir.
Daniel Funes de Rioja, titular de la C0PAL, también propuso al Gobierno que aplique un «acuerdo de precios» para bajar la inflación y así intentar una reactivación del consumo, aumentar la producción y frenar el desempleo.
Para marzo, las consultoras estiman un índice del 4%, pero un punto adicional para la comida. La inflación de los alimentos se ha transformado en un verdadero dolor de cabeza para Macri, que ya vio cómo se disparó el índice de la pobreza. Y a este ritmo lo volverá a hacer en la próxima medición.
Por caso, el precio de la harina se encareció nada menos que 179% entre febrero de 2018 y febrero último; los fideos, el 101%; el arroz, el 75%; lo mismo que la botella de aceite de girasol.
En este escenario donde la inflación está en el centro de la discusión, se hace indispensable la toma de decisiones y una de ella, para ser, aunque rechazada por varios frentes internos, el intervencionismo estatal, aunque la gravedad de la situación, hace que sea un hecho cercano.