Tal como anunciaron los economistas luego de mayo del 2018, de extenderse la recesión durante varios meses, los estragos en la industria y el empleo se harían sentir con fuerza. Así es que se incrementaron paulatinamente los concursos preventivos de crisis y la quiebra de empresas durante los últimos tres años en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, al tiempo que los procedimientos preventivos ganaron terreno y se acentúan.
De acuerdo a un relevamiento elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en base a información publicada en el Boletín Oficial de ambas jurisdicciones, las quiebras llegaron a 666 en 2016, 716 en 2017 y 795 en 2018. Es decir que hubo una suba del 19% desde que inició la gestión de Cambiemos que se acelera en el 2019 en forma dramática.
En cuanto a los concursos, mientras en 2016 fueron 210, en 2017 llegaron a 227 y en 2018 saltaron a 368, un 75% más en tres años. Es decir que en total hubo 2.982 casos de empresas que acudieron a la justicia o bien para solicitar la quiebra o bien para iniciar una convocatoria de acreedores que permita reestructurar la compañía.
Al mismo tiempo, también se observó un avance sostenido de los procedimientos preventivos de crisis que otorga el Ministerio de Producción y Trabajo, que y habilitan una reducción en las indemnizaciones y facilitan despidos y suspensiones.
De ahí que suelen interpretarse como una “flexibilización «de hecho» de las relaciones laborales y de ahí el impulso que tuvieron desde 2016, cuando llegaron a 55, para luego escalar a 83 en 2017 y 108 en 2018, y continúan multiplicándose en 2019 hasta incluir a firmas como Carrefour, Fate o Coca Cola Femsa, la embotelladora más grande del país, a la que finalmente se le denegó el pedido pero con la que, a cambio, igualmente lo utilizó para negociar despidos.