El llamado Gabinete económico, que se reúne todos los miércoles en la Casa Rosada coordinado por jefe de Gabinete Santiago Cafiero, hoy contará con la presencia del presidente de la Nación Alberto Fernández, quien decidió participar del encuentro ante los preocupantes índices económicos nacionales derivados del impacto de la epidemia de coronavirus (particularmente los relacionados con el desempleo y la pobreza, que se derivan de los últimos informes del Indec). Se espera que después del encuentro el mandatario realice algún anuncio a la población.
Participan de la reunión los ministros Martín Guzmán (Economía), Claudio Moroni (Trabajo), y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), además de la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca, el presidente del Banco Central Miguel Ángel Pesce y las titulares de la AFIP Mercedes Marcó del Pont y de la ANSES Fernanda Raverta.
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Desde Olivos destacaron que en esta semana ya se realizaron una serie de importantes anuncios puntuales que dan cuenta de la preocupación oficial por la difícil situación económica de empresas y particulares, entre los que se cuentan la extensión del programa ATP, la prórroga de programas como Ahora 12 o Precios Máximos, la renovación de los créditos a tasa cero para empresas y monotributistas y la suspensión de medidas cautelares para contribuyentes MiPyMES y la prórroga de la suspensión de juicios de ejecución fiscal.
Más allá de estas iniciativas, trascendió que en este miércoles que además marca el inicio de una nueva etapa más dura de la cuarentena para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Fernández podría emitir un mensaje con algunos anuncios económicos, en el que también se podrían incluir novedades sobre el proceso de renegociación de la deuda externa y la situación de la cerealera Vicentin.
Pero el objetivo central del anuncio pasaría por demostrar que la cuarentena estricta no es la responsable de los importantes índices de caída de la actividad económica, para lo que se propondrían una serie de comparaciones con otros países que decidieron no aplicar restricciones a la circulación y a la producción, cuyas economías sin embargo también muestran importantes caídas en torno al 10%.