En Chile, la Fiscalía Oriente decidió encarar una investigación de oficio hacia Falabella, acusada de ocultar empleados para sortear un control de Coronavirus. De acuerdo a la denuncia, la firma escondió a 21 trabajadores en una de sus bodegas para evitar la sanción por parte de fiscalizadores sanitarios ya que este personal debía estar cumpliendo cuarentena en su domicilio.
La Fiscalía detalló que de comprobarse la falta al artículo 318 «los empleadores que ordenen que trabajadores en cuarentena o aislamiento obligatorio concurran a la empresa arriesgan sanciones de cárcel de 61 días a 3 años y multas de $1.007.440 a $10.074.400».
«Por su parte, el empleador o particular que haya aportado información falsa por obtener permisos de desplazamiento podrían pasar 61 días a 3 años de cárcel y multas de $302.232 a $503.720», añadieron.
Desde la intendencia, a cargo de Felipe Guevara, aportaron que efectivamente se encontraron 21 trabajadores de comunas en cuarentena que estaban trabajando en una con fase 2 de desconfinamiento: “Se fiscalizó a 21 personas, se inició un sumario sanitario. Lo que señala la empresa, con cuyo gerente conversé el día de hoy, es que esas personas están con permiso -eso habrá que resolverlo en el sumario- y que realizarían labores de logísticas y asumió un compromiso de seguir generando esas labores de logísticas pero con trabajadores que no vengan de comunas en cuarentena”, expresó el jefe comunal.
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La firma en tanto señaló que los trabajadores no estaban «ocultos» en una bodega sino que “estaban realizando labores de distribución logística, por lo que contaban con todos sus permisos correspondientes al día y en regla. Dicha tienda está cerrada para venta al público desde el 19 de marzo pasado”.