En el marco de la crisis cambiaria post electoral, que derivó en una devaluación del 25% del peso, el Gobierno Nacional sigue evaluando iniciativas para tratar de minimizar el impacto de la corrida del dólar sobre los asalariados, buscando mejorar sus perspectivas hacia octubre. Así, en el inicio de esta semana se confirmó la posibilidad de suspender el IVA a los servicios para el sector PyME, como se hizo la semana pasada con una serie de alimentos básicos de la canasta familiar.
Si bien todavía no hay una decisión tomada, en estos días se multiplicaron las consultas entre funcionarios del Ministerio de Producción y Trabajo y referentes de las Pequeñas y Medianas Industrias (PyMEs). Desde este sector se plantea con fuerza la necesidad de reducir o compensar el impacto de la devaluación y la nueva suba de las tasas de interés.
Otra de las medidas que se evalúa pasa por agilizar la entrega de programas de Recuperación Productiva (RePro) para sostener la producción y el empleo PyME. Desde el sector también se reclama una moratoria que suspenda juicios y embargos por lo menos hasta fin de año (la deuda PyME suma por lo menos 25 mil millones de pesos).
En cuanto a los servicios, se evalúa suspender el IVA en las facturas de luz y gas para PyMEs también hasta fin de 2019, al mismo tiempo que se recompone la Línea de Crédito para la Inversión Productiva (LICIP), buscando compensar el casi imposible acceso al crédito para las pequeñas y medianas empresas.
En este marco de intentos de alivio de la situación del sector empresarial que genera el 70% de los puestos de trabajo a nivel nacional, desde el 1 de enero de 2017 se había eliminado el pago del Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta y se había aprobado el descuento del impuesto al cheque del pago de Ganancias.