Este martes la Confederación General del Trabajo (CGT) realizó un acto en su sede de Azopardo para impulsar la beatificación de Eva Duarte de Perón, a quien definieron como una “santa del pueblo”.
Después de anunciar el paro general para el próximo 29 de mayo y a pocos días de cumplirse el centenario del nacimiento de Evita (el pasado 7 de mayo), la central obrera reunió a dirigentes de distintos sectores del peronismo para proclamar a la ex esposa del presidente Juan Domingo Perón como “la Santa del pueblo”. También participaron del evento representantes de los curas villeros.
En el comunicado en el que se le pide intervención al Papa Francisco, la CGT plantea: “Eva Perón entregó su vida en un mandato providencial que fue la misión de rescate de la dignidad de la persona humana en su sentido más trascendente. Síntesis de una profunda fe en su Pueblo y en Dios que a cien años de su nacimiento continúa estando en el corazón popular y en los altares del pueblo humilde junto a la Virgen María”.
“El pontificado puede alumbrar un camino, si estamos dispuestos a seguir las huellas que dejaron nuestros mejores hombres y mujeres”, añade el texto, apelando directamente al Papa. Luego se justifica el pedido argumentando que “Eva Perón sintió y así lo predicó, la misión de venir al mundo para hacer obras de bien que entregó como don al pueblo argentino e iberoamericano y a todos los pueblos con sed de justicia. Su amor no fue complaciente, sino el del difícil y doloroso camino de la Cruz, de hacer justicia y verdad”.
Cualquier pedido de beatificación tiene que atravesar toda una serie de procedimientos para llegar a ser considerado, desde la inicial propuesta que debe ser realizada por un sacerdote de Buenos Aires (ya que la candidata era bonaerense) hasta la aceptación el caso en el Vaticano, pasando por la obligatoria recolección de testimonios.
El Vaticano podría luego declarar a la candidata como “sierva de Dios” y, luego de una serie de análisis en tribunales especializados y de debates entre teólogos, cardenales y obispos, como “venerable”. Para ascender a la categoría de “beato” además deberán probarse por lo menos dos milagros asociados a la candidata en cuestión (aunque esta etapa puede ser obviada por el Papa).
Uno de los problemas de la postulación cegetista pasa por la consideración de Evita como mártir, ya que según fuentes vaticanas esto sucede si el cristiano “muere matado y no por enfermedad”. La esperanza reside en que en 2017 el Papa argentino incorporó un nuevo motivo para la canonización, que incluye a quienes “con la intención de seguir al Señor, impulsados por la caridad, han ofrecido heroicamente su propia vida por el prójimo, aceptando libre y voluntariamente una muerte cierta y prematura”.
El texto de la CGT añade: “En este marco profundamente cristiano, católico y humanista, esta Confederación General del Trabajo entiende el mensaje y la obra inconmensurable de Eva Perón. Porque en Argentina, la revolución justicialista convirtió la masa sufriente y descreída en pueblo con conciencia social, fe compartida y organización comunitaria”.
Y concluye: “El renacimiento de la Argentina está cifrado en la recuperación de estas fuentes espirituales de la nacionalidad. El pontificado de Francisco puede alumbrar un camino, si estamos dispuestos a andar las huellas que dejaron nuestros mejores hombres y mujeres”.