El escenario para Europa luce más que complicado en materia laboral por el Coronavirus, con un derrumbe en la economía casi sin precedentes en los principales países del continente. Distintas proyecciones ya estiman que a fines de año el desempleo podría duplicarse.
Reino Unido, por caso, es uno de los territorios más perjudicados: A pesar de los programas del gobierno, la tasa de despido sigue en aumento y, debido al cierre de fronteras, miles de puestos de trabajo se perdieron. Las solicitudes de seguro de desempleo han aumentado de más de 800.000 en abril a 2.1 millones de lo que va de mayo.
Se trata de la cifra más alta desde 1996, por lo que el ministro de Hacienda Rishi Sunak advirtió que la economía del Reino Unido podría estar enfrentando «una severa recesión como nunca antes se había visto».
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En España, por ejemplo, se estima que el 19% de la población activa estará sin trabajo este año. Italia transita el mismo camino que el país ibérico ya que la pandemia golpeó con una fuerza total, dejando miles de contagiados y muertos. El desempleo aumentó al 9,7% en abril, sin posibilidad de recuperación en el mediano plazo.
Con respecto a Francia, ya existen 337.000 compañías que le pidieron al Estado subsidios para sostener el salario de 3,6 millones de trabajadores. La economía alemana también se resintió y pronostican en principio un incremento del desempleo del 5% al 5,3%. Por eso, la administración de Merkel ya ofrece a las empresas una «sustitución de salario de carácter temporal. El Estado asume parte del salario para que ante una caída de la producción el empleador pueda reducir la jornada laboral de sus empleados sin que se pierdan puestos de trabajo».
Las consultoras económicas del denominado viejo continente coinciden en que el desempleo en cada país mencionado se duplicará a fin de año y que hoy existen 59 millones de puestos de trabajo en serio peligro.