En un contexto mundial signado por la preocupación respecto del agotamiento de los combustibles fósiles y el severo impacto ambiental que genera su uso, crece la apuesta respecto de las energías limpias o renovables, que incluyen a la energía solar, hidroeléctrica y eólica. En nuestro país, el crecimiento del aporte de esta última, gracias al aprovechamiento de las enormes ventajas naturales que posee nuestro país en este sentido, ha venido creciendo sostenidamente, con el desarrollo de decenas de parques eólicos en los últimos años, sobre todo en la Patagonia y en la provincia de Buenos Aires.
Gracias a este desarrollo, en 2021 el aporte de las energías renovables al abastecimiento eléctrico general alcanzó el 12,5%, dando así importantes pasos hacia el objetivo de cubrir el 20% de la demanda eléctrica en 2025, según estableció la Ley 27.191, sancionada en 2015.
Una breve historia de la energía eólica en nuestro país
El territorio nacional se destaca por un gran potencial eólico, con velocidades medias de viento en la Patagonia que son superiores a 12 metros por segundo (m/s), seguida por Buenos Aires con velocidades medias de viento superiores a 9 m/s, lo que en términos de densidad de potencia media eólica ubica al país por encima de la media mundial.
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Los primeros trabajos vinculados al desarrollo eólico nacional comenzaron en 1980, con el desarrollo y construcción de la Turbina Eólica Argentina, con una capacidad nominal de 10 kilovatios (kW). En 1996 se formó la Asociación Argentina de Energía Eólica, creada por iniciativa de un grupo de investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Entre 1994 y 2002 Argentina contaba solo con 30 megavatios (MW), instalados principalmente por cooperativas eléctricas.
En 2009 el Gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó la licitación del Programa de Generación Eléctrica a partir de Energías Renovables (GENREN), cuya adjudicación tuvo lugar al año siguiente, totalizando 895 MW (754 MW correspondientes a generación eólica, 110,4 MW a térmica con biocombustibles, 20MW a solar fotovoltaica y 10,6 MW a pequeños aprovechamientos hidroeléctricos). En diciembre de 2012, la empresa GENNEIA, propietaria del Parque Eólico Rawson, lanza la primera oferta pública para la venta de energía eólica. A finales del año 2014, el país contaba con 271 MW de potencia eólica instalada (lo que implicaba un aporte marginal de 0,4% al sistema eléctrico nacional), dando cuenta de un proceso de desarrollo relativamente lento respecto de otros países de la región, que avanzaron mucho más rápido en el aprovechamiento eólico. El caso brasileño es significativo porque comenzó con el desarrollo de este tipo de energía más tarde que Argentina pero en pocos años logró superar 15 veces la producción nacional, aun contando con un recurso menos abundante.
La Provincia de Chubut (declarada en 2018 como Capital Nacional de la Energía Eólica), fue pionera en el desarrollo de esta energía, implementando en 1994 el primer emprendimiento comercial privado a nivel nacional y sudamericano con la instalación de 2 molinos de 250 KW cada uno y luego instalando en la ciudad de Comodoro Rivadavia del parque eólico Antonio Moran, entonces el mayor parque de Sudamérica, con 8 aerogeneradores de 72050 KW cada uno. Hoy el Parque Eólico Rawson es el más grande del país y está dentro de los más importantes de América Latina gracias a sus 43 aerogeneradores que producen más de 300.000 MW anuales, lo que representa energía suficiente para alimentar a 100.000 hogares, ahorrando al tiempo la emisión de miles de toneladas de CO2 a la atmósfera y cerca de 75 millones de dólares en importación de combustibles fósiles.
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Las leyes que regulan este tipo de producción son la Ley Nacional Nº 25019 de “Régimen Nacional de Energía Eólica y Solar”, que declara de interés nacional a la generación de energía eléctrica de origen eólico y solar en todo el territorio nacional, la 26.190/200619, que estableció que el 8% del consumo de energía eléctrica debía provenir de fuentes renovables hacia finales de 2016 y la mencionada 27.191 de Fomento a las Energías Renovables que apunta a un objetivo del 20% de aporte de energías renovables para 2025, que favoreció la implementación de programas como Renovar y Mater para sumar aporte renovables al sistema interconectado nacional (SADI).
Presente y futuro
El septiembre del año pasado, el aporte de las energías renovables a la producción eléctrica nacional alcanzó el récord de 14,2% (1.469,8 GWh), según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA). En agosto, la cobertura había sido del 13,3% (1556,1 GWh) promedio y, en julio, del 12,9% (1.600,4 GWh). En este marco, el 26 de septiembre pasado se alcanzó el pico histórico de abastecimiento, cuando el 28,84% de la demanda de energía eléctrica nacional fue cubierta por fuentes renovables: un 67,65% por tecnología eólica, un 21,75% por fotovoltaica (solar), 5,55% por pequeños aprovechamientos hidroeléctricos (PAH) y 5,05% por bioenergías. El récord anterior, de 26,47%, se había registrado el 12 de septiembre.
El secretario de Energía de la Nacijón Darío Martínez destacó este logro planteando: “Queremos compartir con todos y todas este nuevo récord de energías renovables que nos afianza en el camino de la transición energética a la par del desarrollo de nuestra industria nacional, como nos plantean nuestro presidente y vicepresidenta”.
En el tercer trimestre de 2021 se habilitaron cinco nuevos proyectos de energías renovables en tres provincias (tres vinculados con energía eólica) que suman 103,22 MW de potencia instalada al SADI, continuando con el crecimiento de los primeros seis meses del año, cuando se habilitaron otros 15 proyectos. Al concluir el tercer trimestre de 2021 existen 182 proyectos operativos, con una potencia instalada total de 4.852,47 MW.
Los proyectos eólicos de nuestro país se destacan a nivel mundial por su alto factor de capacidad, es decir, la razón entre lo que genera el parque y lo que podría generar si estuviera a potencia nominal todas las horas de un año. El Parque Eólico Manantiales Behr, en la provincia del Chubut (de YPF Luz), tiene un factor de capacidad medio de 61% (muy por encima de la media mundial de 47%).
En los últimos cinco años, se han instalado gran cantidad de nuevos parques eólicos en distintas provincias, entre los que se destacan para la provincia de Buenos Aires Los Teros I y II en la zona de Azul; el Parque Eólico Corti, La Genoveva o el complejo Eólico El Mataco y San Jorge, en Bahía Blanca, y el Parque Eólico Vientos de Miramar; el Cañadón León en Santa Cruz; Parque Eólico Achiras en Córdoba; Parque Eólico La Banderita en La Pampa; Parque Eólico Vientos Neuquinos, en la provincia de Neuquén; Parque Eólico Pomona I en Rio Negro; Parque Eólico El Sosneado en Mendoza y Parque Eólico Arauco II en La Rioja, por mencionar sólo algunos de los que aportan más de 100MW al SADI.
Con estos niveles de crecimiento del sector no es improbable que para 2025 se alcance el objetivo previsto en la ley de Fomento de las energías renovables del 20% de la generación electrica nacional proveniente de fuentes energéticas limpias.