En concordancia con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional en el sentido de profundizar el ajuste para alcanzar el tan mentado déficit cero, el Gobierno Nacional estaría dispuesto a no prorrogar la moratoria previsional que desde 2006 permitió que decenas de miles de amas de casa accedieran a una jubilación.
Según lo aprobado en el marco de la polémica reforma previsional votada en diciembre de 2017, el próximo 23 de julio se terminaría la moratoria para que mujeres que no tengan 30 años de aportes puedan acceder al beneficio jubilatorio, conocida como “ley de jubilación de amas de casa”, por la que hasta 2016 pudieron acceder al sistema previsional 1.796.439 mujeres.
La ley de Reparación Histórica votada por Cambiemos, con el apoyo de un sector de la oposición, ya había eliminado la posibilidad del acceso a ese beneficio para los hombres, pero había mantenido una prórroga para la posibilidad de que se jubilen mujeres sin los aportes suficientes. Pero ahora el objetivo es unificar todos los casos en la Pensión Universal Para el Adulto Mayor (PUAM), que de base contempla un 20% menos que una jubilación mínima (además aumentando para las mujeres la edad jubilatoria de 60 a 65 años). La ley también incluyó la obligatoriedad de un “análisis socioeconómico y patrimonial del peticionante”, antes de la autorización del beneficio, lo que restringió aún más el universo.
El especialista en temas previsionales Aníbal Paz explicó que hasta el momento estaban en vigencia dos moratorias para acceder a la jubilación sin los 30 años de aportes, la de la ley 24476, de carácter permanente, que permite la “compra” de años faltantes de servicios desde el momento en que una persona cumple 18 años de edad el año 93, que “lleva ínsito su vencimiento con el trascurso del tiempo” porque va reduciendo su alcance con el correr de los años, y la de la ley 26970, que permite la compra de aportes hasta 2003, cuya vigencia se había prorrogado hasta este 23 de julio.
Según analizó Julia Stradea, doctora en Economía y columnista del segmento Económico de C5N: “En este marco de ajuste, y considerando la desigual distribución ocupacional y del trabajo no remunerado, la decisión de eliminar la moratoria jubilatoria a las mujeres se parece a un castigo patriarcal”.
Para Eva Sacco, economista y miembro del Centro de Economía Política Argentina (CEPA): “La moratoria es la decisión política de reconocer a la jubilación como un derecho, es decir, reconocer al trabajo más allá de los aportes o no, porque la persona que trabajó, independientemente de la regularidad o no, hizo un aporte a la sociedad con su trabajo. En ese sentido, es fundamental para las amas de casa y es un reconocimiento al empleo doméstico, porque, valga la redundancia, se les reconoce el trabajo para reproducir la fuerza de trabajo”.
En nuestro país la desigualdad laboral y de acceso al beneficio jubilatorio es flagrante si se discrimina por género. Además de percibir un 25,2% menos de salario en promedio, las mujeres tienen un altísimo índice de trabajo precario o no registrado, que supera en 5% al de los hombres. Más del 94% del trabajo en casas particulares es hecho por mujeres, en uno de los empleos con mayor índice de informalidad. Sin tomar en cuenta que el trabajo hogareño también constituye una forma de trabajo no remunerado que es lícito reconocer (y que en general se expresa en una doble jornada laboral, en la que se dedican por lo menos 6 horas al trabajo doméstico, según reconoce el Indec), ya esa situación hacía necesaria una moratoria que permitiera a miles de mujeres trabajadoras acceder al beneficio jubilatorio.