En un informe, la Unión Industrial Argentina estimó que en el último año, debido a la caída de la actividad fabril y en la construcción, se perdieron 25000 empleos en blanco en el último año.
Las cifras son elocuentes: el empleo registrado en el sector manufacturero se redujo a 5.834 puestos de trabajo y acumuló 25.051 trabajadores formales menos en relación a junio de 2017. En comparación con junio de 2016, son 55.716 lugares que se perdieron. El trabajo de la UIA marca que la caída tiene sus motivos en el retroceso de la producción. En julio la industria presentó una contracción interanual de -4,4%.
El documento también indica que el mayor retroceso laboral está el rubro químico y petroquímico (-18%), por la parada programada de la principal planta de producción petroquímica del país y las caídas en las ventas minoristas de medicamentos (-2,5%).
Los rubros minerales no metálicos (-6,9%), por la retracción de la construcción; edición e impresión (-3,2%), con las mayores caídas en packaging; y metalmecánica (-2,1%), explicado fundamentalmente por caídas en la producción de maquinaria agrícola, de equipos y aparatos eléctricos y de autopartes; y el sector textil. Por su parte, el sector de alimentos y bebidas presentó una baja (-3,6%), aunque si se descuenta el efecto de la producción de aceites se produjo un incremento del +3,3%.
Los metales básicos (+14,6%) fueron los que presentaron una suba como consecuencia de un incremento de las exportaciones de productos largos y con la construcción que aún continúa en ejecución y por el sector automotriz, que a su vez presentó un crecimiento (+8,6%), traccionado fuertemente por las exportaciones a Brasil.
