La fábrica de calzado de seguridad ConfeCat de Catamarca obligó a sus trabajadores a retomar tareas a partir de este lunes violando la cuarentena dispuesta por el Gobierno Nacional a través de una notificación firmada por el mismo jefe de planta de la empresa, Alfredo Marcelo Castillo.
En ese sentido, la noticia generó “pavor” y denuncias de parte del Sindicato del Calzado al Ministerio de Trabajo Nacional y ante el gobernador de la provincia de Catamarca, Raúl Jalil, ya que no encuentran “suficientes los argumentos sobre los que se basa la compañía”, la cual afirma estar “enmarcada dentro de dos artículos exceptuados de realizar el aislamiento social”.
Esos artículos comprenden ser “parte del servicio en la Cadena de Producción y Distribución de bienes, servicios y tecnología sanitaria y mantenimiento de las actividades de la industria manufacturera, suministros, equipos y materiales necesarios para el correcto desarrollo de las actividades esenciales. Así también como la producción de “material médico, equipos de protección, equipamiento sanitario y hospitalario y otros materiales sanitarios”.
Si bien los artículos podrían tener en algún caso, como la fabricación de las botas de goma, utilización sanitaria o industrial en cumplimiento con lo establecido por ley, no estaría en condiciones de funcionar normalmente la fábrica de un rubro (calzado) que está fuera de las denominadas tareas esenciales a realizarse por éstos días, a fin de controlar la expansión del COVID 19 que espera su pico en las próximas semanas.
De allí la consideración de carácter “ilegal” e “irresponsable” en el “que pone en riesgo la integridad de los trabajadores, anteponiendo la economía a la salud, cuestión objetable y que se tendrá que dirimir por las vías que corresponda.
En este contexto que vive el país y el mundo “la salida de la cuarentena deberá ser gradual y establecida jerárquicamente por los organismos idóneos a tal fin, y no arbitrariamente por empresarios inescrupulosos que antepongan sus intereses por sobre los del bien común”, dijeron desde el sindicato del Calzado.
Parece “totalmente improcedente” tomar de manera unilateral una decisión sin autorización de los órganos de control pertinentes y sin un protocolo de seguridad que ponga a resguardo la salud y la vida de los trabajadores», concluyeron.