Emergencia nacional: En lo que va del año ya cerraron más de 150 panaderías

La crisis del sector panadero, atenazado entre los aumentos de los servicios e insumos y la sostenida caída de las ventas, que este año ya llega al 40%, está llegando a un punto límite. Durante el primer trimestre de 2019 se confirmó el cierre de más de 150 establecimientos panaderos a nivel nacional. Esta dinámica implica un fuerte avance de la producción informal.

La cifra fue difundida por la Federación Argentina de Industrias de Pan (Faipa), que este año decretó una “emergencia nacional” para el sector luego de que unos mil comercios del rubro debieran cerrar durante el año pasado.
La entidad panadera además explicó que en muchos casos cuando la panadería cierra se continúa trabajando ilegalmente, con la persiana baja (ya sin pagar los impuestos correspondientes o las cargas patronales), multiplicando un mercado productivo informal que compite con el resto de de las panaderías en condiciones de desigualdad y pasa a constituir “un nuevo enemigo para el sector ya tan golpeado”.

En ese sentido, uno de los reclamos de Faipa es que las panaderías sean alcanzadas por la reducción de cargas patronales que recientemente propuso el Poder Ejecutivo para ciertas economías regionales y sectores industriales. Durante el año pasado la harina de trigo fue el producto alimenticio que más aumentó, con un 131%, lo que parcialmente se trasladó al precio del pan y generó caídas de entre 40 y un 50% en las ventas.

En ese contexto, la entidad sostiene la declaración de estado de emergencia nacional “por no poder afrontar el pago de los servicios de luz, gas y agua; la agobiante presión tributaria; y la dolarización de las materias primas”. Al respecto manifestaron: “Hicimos un urgente pedido de audiencia al presidente, efectuado el 21 de diciembre, que todavía no nos pudo recibir. Ahora estamos dialogando con autoridades del Ministerio de Producción para conseguir alguna medida que impida que la crisis se agudice”.

“Es fundamental hacer conocer al Gobierno nuestra terrible coyuntura y que se tomen medidas para paliar esta situación, sobre todo respecto a las tarifas de servicios y aportes patronales. Todas las semanas, en la industria conocemos nuevos casos de despidos de personal, haciendo responsable al Estado de este conflicto”, detallaron desde la cámara. En el mismo sentido, pocas semanas atrás, la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires (Fippba) emitió un comunicado en el que aseguraba que la industria “se encuentra pasando por su peor momento de los últimos 15 años”.

“Si no recibimos respuestas, haya que dejar de pagar impuestos o servicios. El Gobierno nacional debe bajar los impuestos y regular la situación de los clandestinos. Llegamos a una situación crucial. El pan nunca se va a dejar de fabricar pero las panaderías formales van camino a desaparecer. La mayoría de los comercios no dejaron de hacer pan, solo cerraron las puertas y venden a mitad de precio”, concluyeron desde Faipa.