El Sindicato de Pasteleros acordó salarios a la baja para los trabajadores de casas de comida rápida

Tras semanas de conflicto, la Federación de Trabajadores Pasteleros, Servicios Rápidos, Confiteros, Heladeros, Pizzeros y Alfajoreros, que nuclea a los trabajadores de casas de comida rápida, acordó que en abril grandes empresas como McDonald’s , Burguer King y Starbucks, abonen «solo el 70% del salario bruto surgido de un promedio de los últimos seis meses”.

Tras la declaración de la cuarentena, trabajadores de dichas compañías denunciaron que ante el cierre de locales no abonaron la totalidad de los salarios de marzo, algo que se revirtió en la última semana. Pero el sindicato que lidera Luis Ramón Hlebowicz ahora negoció reducción de sueldos para abril. De este modo, se pagará «solo el 70% del salario bruto surgido de un promedio de los últimos seis meses” en el cuarto mes del año, tal como señalaron fuentes gremiales.

Las firmas que pidieron baja de haberes fueron McDonald’s, Burguer King, KFC, Wendy, Burguer 54, Mostaza y Starbucks, entre otras y justificaron esta determinación en que “la cámara definió pagar el proporcional por 48 horas de trabajo mensual, acogiéndose al convenio colectivo de trabajo 329/00 en caso de fuerza mayor”.

Trabajadores de comida rápida denuncian pagos fuera de convenio y descuentos ilegales

Estado de Alerta se comunicó esta semana con Verónica, de 27 años, que hace dos que trabaja en una sucursal de la cadena en zona oeste. Después de denunciar condiciones generales de trabajo con un alto grado de precarización (“Lo nuestro es muy informal, no tenemos horario fijo sino rotativo, no tenemos sueldo ni vital ni móvil, ni siquiera un salario mínimo, tampoco trabajamos las horas correspondientes al contrato, ya que muchas veces son menos horas, por lo que nuestro sueldo es completamente variable”), confirmó que en el marco de la cuarentena obligatoria dispuesta por el presidente Alberto Fernández a partir del pasado 20 de marzo los empleados de la cadena recibieron pagos mucho menores a lo esperado, además con criterios de liquidación de horas absolutamente “incomprensibles”.