Inicio Noticias Nacionales El gobierno reconoce una pérdida de 120.000 empleos en el año

El gobierno reconoce una pérdida de 120.000 empleos en el año

También los datos laborales oficiales comenzaron a acusar la embestida de los problemas estructurales de la Economía Argentina y reconocen una pérdida de casi 120.000 puestos de trabajo.

La pérdida de empleo registrado privado ha sufrido un goteo incesante durante todo el año – con picos en mayo y junio- hasta agravarse notablemente en septiembre y tener en octubre la peor noticia: una pérdida de 70.000 trabajadores privados registrados.

Si se incluye la totalidad de los trabajadores que abarcan públicos e independientes esa cifra enciende todas las alarmas pues asciende a 119.500 trabajadores expulsados del mercado laboral -un 1,1% de retroceso anual-.

En gran parte, lo que ocurrió es que las empresas dejaron de contratar trabajadores “para ver qué pasaba”. Había gran incertidumbre sobre cuánto iba a durar la recesión: hoy es un hecho confirmado que la recesión será larga y difícil de atravesar, con lo cual las pérdidas se duplicaron y hay gran preocupación por lo que pueda venir, aunque el gobierno insiste en la reactivación, el aumento de las exportaciones y la cosecha récord.

En septiembre ya había un anticipo fuerte de este descenso. Esa contracción resultó de un 0,6% que significó una pérdida de 56.000 puestos de trabajo, siempre según datos oficiales del SIPA (Sistema Previsional Argentino).

En junio, según los números presentados por el Ministerio de Trabajo, -fue otro de los picos- se perdieron 28.600 empleos formales y en el acumulado del primer cuatrimestre la reducción laboral se estiró a 94.500. Ya en mayo, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elabora la ahora Secretaría de Trabajo arrojó una caída del 0,2% sin estacionalidad en el sector privado y un desplome de las expectativas de contratación, que volvieron a los peores niveles de 2016.

De acuerdo siempre a datos oficiales, en mayo se perdieron 27.200 ocupaciones registradas con relación a abril, cuando también hubo una caída similar. Si se desestacionalizan los números, la merma del empleo registrado fue de 16.900, también superior al de abril.

Las causas varias: la disparada del dólar, la devaluación, la inflación y sobre todo la menor actividad económica, en todas sus modalidades, incluido un sector que siempre fue expansivo y que tuvo un “parate” muy notorio como el de la construcción.

Si a todo esto le sumamos los factores estacionales el año comenzó mal  y fue el peor de toda la era Macri, pues el total de ocupados registrados viene retrocediendo sin pausa desde diciembre de 2017, de 12.368.600 a 12.255.600:  113.000 empleos menos y de ahí no ha frenado su curva descendente sino que ha acelerado en grandes proporciones.

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