El Gobierno reconoce que «no hay infraestructura» para garantizar clases con presencialidad total y distanciamiento

El Gobierno nacional y los distintos gobiernos provinciales apuestan a un regreso a las clases presenciales a partir de febrero o marzo, según el distrito, en una estrategia que ya genera tensiones con algunos gremios docentes que exigen avances en el plan de vacunación antes de volver presencialmente a las aulas. El ministro de Educación Nicolás Trotta sostiene que la vacuna “no es requisito” para retomar las clases presenciales, pero reconoce que “no existe infraestructura” que permita el garantizar clases para todo el estudiantado con el distanciamiento social requerido.

En declaraciones televisivas, el funcionario pidió “poner en valor lo transitado y la experiencia del 2020, y trabajar fuertemente en las próximas semanas para cumplir el objetivo de que la presencialidad vuelva a ser el ordenador de nuestro sistema educativo”.

Trotta insistió en que la prioridad oficial pasa por la presencialidad, aunque seguramente esto sea en forma progresiva ya que “no existe infraestructura que pueda permitir la presencialidad absoluta”. También aseguró que el objetivo de las autoridades provinciales pasa por “maximizar toda la presencialidad posible según las características de cada una de las jurisdicciones de nuestro país”.

La Ciudad va por las clases presenciales frente a distintas posturas de los gremios docentes

Luego reconoció que durante la primera etapa todos los distritos “van a tener que transitar un sistema dual” con clases presenciales y a distancia, contexto en el que se deberá ir “maximizando la presencialidad en la escuela y algunos días en el hogar, salvo aquellas escuelas rurales con grupos pequeños de 10, 15 estudiantes donde quizás se pueda cumplir el 100% de presencialidad”. “Creemos que la vuelta debe ser segura, implica la aplicación de protocolos y distanciamiento físico dentro del aula”, remarcó.

En cuanto al plan de vacunación, el ministro aseguró que se espera que en febrero se comience con un esquema para ir vacunando al millón 300 mil docentes y no docentes del país. “La vacuna no es condición indispensable para la presencialidad, pero si nos va a permitir intensificar la presencialidad en las aulas”, manifestó. Y amplió: “Queremos priorizar la educación inicial, la educación especial y los maestros de primero, segundo y tercer grado, que sean los primeros en ser vacunados y después ir avanzando en el resto de docentes y profesores para fortalecer la presencialidad”.

Considerando que resulta materialmente imposible que ese plan se complete antes del inicio de clases, que en algunos distritos está previsto para el 17 de febrero, se plantean tensiones con los gremios docentes que exigen la vacuna como requisito para retomar las clases presenciales.